Como elegir un lugar.

Tenemos una cena o comida… ¿Qué sigue?


Vamos a cenar, a comer y es algo especial o diferente. Les ponemos aquí los diferentes escenarios para poder elegir un lugar para pasar un buen momento, una buena comida y de paso tener puntos extras.

Comida con la familia.

Vamos a buscar un lugar para todos: si vamos a llevar a todos, tenemos que encontrar un lugar que no sea muy pequeño, que permita juntar las mesas o tener apartados para la cantidad de personas que vamos a tener: 5, 10, 20.

Que el menú sea accesible y algo de agrado general: que puedas pedir pollo, res o pescado sin variar mucho las opciones, que la carta no sea muy larga y evitar precios altos (por si el patriarca o matriarca los va a pagar, o te tocó la celebración).

Comida con amigos.

Aquí todos toman la responsabilidad: si va a ser para reunión de precopeo, si es para una cena, si alguien va a dar el anuncio de matrimonio… Depende en especial qué quieran hacer. Lo recomendable es parecido a la comida en familia: buscar un lugar accesible donde entren todos y puedan probar (de preferencia de platos para compartir, así no sólo se dan los chismes, sino también de la comida), claro, que sea que cada quien se sirva en su plato (de preferencia, también depende de la amistad). Algún buffet especial de cortes igual es la opción.  Y vino, que haya vino: siempre es bueno hacer un brindis por la ocasión del reencuentro (en verdad, con tantas cosas a veces parece milagro al fin ver a los amigos, siempre hay que hacer un brindis).

 

Comida de negocio.

Aquí puedes ir formal/casual. En caos de mujeres no es necesario llevar traje sastre y en caso de hombres, sin corbata. Se pueden pedir vinos, pero con moderación (no más de una copa por mujeres y dos por hombres –no es sexismo, es salud-).  Los platillos de preferencia que sea un menú (entrada, ensalada, plato fuerte, postre). Nota: a menos que sea un working lunch, evitar subir las computadoras a la mesa. En todo caso una libreta que no estorbe mucho o una Tablet.

Cena de negocio.

Vayan a un lugar apartado. Donde no haya mucha gente. Pero con luz suficiente para poder trabajar. Este caso es más formal y por lo mismo es bueno ir vestido de acuerdo a la situación. Aquí no hay duda: quien cita es quien va a pagar la comida, a menos que el socio/cliente se ofrezca a pagar o ayudar (en ese caso la preferencia es de las propinas). No, no queda mal pedir una o dos copas de vino; más no.

Nota: se puede hacer una versión de tapas, que permita mejor el trabajo y la plática (bocados rápidos).

Cena romántica.

Por definición un lugar de luces tenues; no vayan a espacios muy amplios, donde haya mucho ruido. Aquí la concentración está en la otra persona y por lo cual vamos a invertir más en el bolsillo: más espacio, mejor comida, más atención. Revisa lugares donde puedas platicar a gusto y que no haya la interrupción del mesero o servicio (este es un llamado a los meseros y restauranteros del mundo, si ven a una pareja, eviten estar pasando/recogiendo platos/pidiendo órdenes, pero tampoco desaparezcan). Una botella de vino para amenizar la plática no queda mal.

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