Como fingir que sabes de vino.

Sabemos que no eres un experto en vino, pero es la manera en que quieres convivir por eso. Que es un problema cuando vas con tu amigo que dice “yo elijo el vino” porque tiene conversaciones sobre el pinot noir y el pinotage.
Sabemos que te desespera que cuando vas a tomar un vino te detengan la copa porque “así no se agarra”.

Y como tampoco quieres caer en ese vaivén de “yo si sé y tú no” al de “estamos todos para aprender”, prefieres retirarte lentamente.

¡Ya no más!
Con estos consejos podrás subirte a ese tren con tus amigos sin la necesidad de sufrirlo ante el saber-o-no del vino.

La degustación.
Pasea suave el vino por tu boca: ni tanto que sospechen que juegas con él, ni tan poco que no lo saborees.
Esto es para que puedas apreciar el sabor en boca.

No te espantes por otros vinos.
Si son vinos que no conoces, no temas en decir que “no lo has probado aún” sin olvidar un tono reflexivo mientras lo dices. Trata de relacionarlo a vinos que ya hayas probado.

No pidas el más caro… ni el más barato.
De acuerdo a tu presupuesto, busca una opción que vaya conforme a lo que vas a beber. No olvides que sea “parecido a” lo que quieres si ya tienes uno conocido y bien ubicado, comenta al sommelier que es lo que te gusta.

No hables de taninos en blancos.
A menos que sepas lo que son los taninos (si no, averígualo primero) y como se sienten, no los menciones jamás en vinos blancos –sólo los que han pasado por barrica llegan a tener y muy pocos pueden sentirlos).

No hables de cocteles.
Si no eres conocedor de vinos, evita el tema: no menciones que ese vino estará mejor con un poco de refresco de cola. No lo hagas.

Piensa en la pronunciación.
No es bordeau, es burdó. Y busca como se pronuncian la gran mayoría para poder decirlo de manera correcta.

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