¿Criamos un vino?

Qué es, para qué se usa y como lo sabemos.

Cuando hablamos de la crianza, nos referimos al tratamiento que lleva un vino.

Este puede ser de dos maneras: el vino reposa uno o dos años en tinas de acero inoxidable y después se pone en su botella. Este tipo de crianza es más económica.

Por otro lado, en un lugar cuidado, se deja evolucionar el vino en barricas de madera (especiales, de roble de preferencia). A través de los poros de la madera, el vino va tomando ciertas características, que transforman el vino y le dan mayores y diferentes cualidades; después de esto, los vinos se irán a la botella.

De acuerdo al tiempo en barrica y a la cepa, podremos darle un mayor y mejor tratamiento: más tiempo en cava, más cuidado.

De esta manera el vino tendrá también los conocidos “aromas terciaros”, que son únicos de aquellos que pasaron por este proceso, al contrario de los vinos jóvenes, de los cuales sólo tendremos los primarios y secundarios.

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