¿De qué está compuesta una cerveza?

La cerveza como tal, está compuesta por tres ingredientes, principalmente. Estos, juntos y en un proceso, logran dar esta bebida: la malta de la cebada, el lúpulo y el agua.

Mientras estos ingredientes sean de mayor calidad, mejor será la cerveza.

En cambio, si el agua no tiene un buen proceso, la cebada o el lúpulo no tienen buen cuidado, serán cervezas malas las que obtendremos.

 

La malta.

Son los granos del cereal (principalmente cebada) tras un proceso llamado –oh, la ironía- “malteado”, en el cual se mojan los granos para que empiecen a germinar, una vez que inicia ese proceso, se secan: a ese producto se le llama “malta de cebada”.

Esto es para lograr azúcares y almidones que servirán durante el proceso de fermentación.

 

Agua.

De gran importancia, pues dará sabor al producto final. Se necesita tener el agua lo más limpia posible para evitar malos sabores (como “salado”, uno de los más comunes).

Lúpulo.

Es la que da la nota amarga a la cerveza. Proviene de flores maduras de la planta del lúpulo, también forma parte del aroma y la formación de la espuma.

 

Levadura.

Esto también es necesario, pues la cerveza es un producto fermentado: con el azúcar y las levaduras lograrán fermentar el azúcar que se transformará en alcohol y gas carbónico.

Y sí, también tiene que ver con aromas y sabores de la cerveza.

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