El gran desperdicio alimenticio

¿Alguna vez has pensado en lo que se desperdicia realmente en la comida?
En todos los niveles: desde el hogar, la oficina, hasta todo lo posible en las grandes cadenas –mercados, productores, tiendas y más-.
Poco a poco nos convertimos en grandes centros de desperdicio. Para prueba, los refrigeradores en oficinas y los botes de basura en casa y escuela.
¿Cuánto de eso realmente era basura?

Aunque el problema es mundial y una situación que no se puede responder de manera global inmediata, la mejor forma de dar una respuesta es en casa: comprar lo que se va a consumir, evitar tirar la comida, e incluso crear composta con los posibles desperdicios.

E incluso, suena muy extremo, pero los desperdicios se pueden convertir en parte de tu dieta si lo haces bien (para muestra, este caldo de verduras hecho con sobrantes).

Medidas sencillas como compras limitadas de alimentos –sin excederse, sólo comprar lo necesario y no “el por si acaso” como una medida innecesaria-, ayudarán a evitar un exceso de basura, de alimentos desperdiciados y un buen sistema para mantener una ayuda económica.

Y si, también aplica a las bebidas, especialmente al vino.

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