¿Qué vino usar para coctelería?

A los que tienen ganas de hacer cocteles con vinos ¿cuáles son los más recomendados para usar? Tomando en cuenta de donde vienen los cocteles, podemos iniciar a comprar vinos que sean de la zona correspondiente: si queremos hacer un calimotxo o Tinto de Verano, usar españoles; para una mimosa o un Kir Royal champagne.

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 Usar vinos frescos, jóvenes y vibrantes: que no sean pesados ni con mucha madera. Sí, debe ser un vino de precio accesible. No podemos ir a un vino caro, es ilógico usar un vino de más de $200.00 para combinarlo con algo más. No lo hagan. Mientras más corriente mejor sabe la bebida…. Pero si ya saben que el vino es malo, lo más seguro es que al combinar su vino con algo más, será un sabor que no mejorará mucho por más que lo combinemos:


 

Usa vinos que no sean malos, que te agraden de no más de $150.00.

Y ahora sí, a disfrutar de un coctel con vino. 

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Clásicas bebidas.

Las clásicas y conocidas: Les dejamos estas recetas (sí, variantes hay muchas, maneras de hacer estas también y algunas son más “oficiales” que otras; pero esperamos estas que les dejamos les agraden cuando las preparen).
 

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4 de cerveza.

Por si el calor, el clima o el antojo: recomendaciones casi chilangas (de la CDMX) para todo el mundo ¿se les antojan? Maneras de preparar una cerveza.
clamato cubana gomihela michelada
*A los retractores porque “arruina la cerveza”:
No lo vamos a hacer con cerveza fina.
No va tampoco con cerveza artesanal.
Es sólo si se les antoja; en caso de que no, no lo hagan. Es válido probarlo y que no les guste.

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Vino romano o Mulsum.

En la antigua Roma, el vino era mezclado con agua poco antes de ser consumido, ya que la fermentación no era controlada como lo es en la actualidad y su concentración de alcohol era muy alta.

En algunos casos, se mezclaba con otros ingredientes, como el pássum, vino fuerte con dulce de pasas.

Se han encontrado varias recetas al respecto, como el muslum, vino dulce fermentado con miel.

No debe ser demasiado denso y se puede cambiar la canela por vainilla.

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Papas rostizadas.

Una buena manera de acompañar platillos como carnes: unas papas rostizadas con parmesano. También sirven como botana para acompañar con un aderezo.

¡Buen provecho!

Ingredientes:

8 papas medianas

3 cucharadas de aceite de oliva

1 cucharadita de sal de ajo

½ cucharadita de sal

2 cucharaditas de paprika

1 cucharadita de pimienta

4 cucharadas de queso Parmesano

 Preparación:

Pon a hervir las papas, media hora a lumbre baja para que se encuentre pre cocidas antes de rostizarlas.

Precalienta el horno a 218ºC. Rocía un molde para hornear con aceite y acomoda las papas dentro (debes cortarlas en cubos chicos o lajas medianas.

En un bowl, mezcla la sal de ajo, la paprika, la sal, la pimienta, la paprika y el queso parmesano rallado.

Sazona las papas con la mezcla y agrega un poco de aceite de oliva.

Revuelve si es necesario para que todas queden impregnadas de la mezcla.

Hornea durante 20 minutos, revuelve con unas pinzas al menos dos veces; saca cuando se encuentren doradas.

Puedes sazonar con sal gruesa.

Sirve caliente.

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Clericot blanco.

Para refrescar las tardes o completar una comida, este twist de clericot.

 Ingredientes: 

1 botella de vino blanco

1 taza de jugo de naranja

1/2 taza de jarabe natural

2 manzanas verdes, picadas

2 naranjas rebanadas finamente

Fresas cortadas a la mitad (al gusto).

4 mitades de duraznos en almíbar, en cubos chicos

2 tazas de hielo

Preparación: 

Sirve todos los ingredientes, menos el hielo y el vino blanco en una jarra.

Revuelve bien, agrega el vino blanco y refrigera al menos 5 minutos, no más de 10.

Sirve con hielo.

*Puedes adornar con menta.

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Huevos benedictinos.

Para un desayuno agradable, les dejamos esta deliciosa receta:

Ingredientes

Porciones: 4

4 yemas de huevo

3½ cucharadas de jugo de limón

1 pizca de pimienta molida blanca

1/8 cucharadita de salsa inglesa

1 cucharada de agua

1 taza de mantequilla derretida

¼ cucharadita de sal

8 huevos

1 cucharadita de vinagre blanco

8 rebanadas de jamón canadiense

4 muffins ingleses, partidos a la mitad

2 cucharadas de mantequilla, ablandada para untar

Cebollín picado, al gusto

 Preparación:

Empieza por preparar la salsa holandesa: Coloca suficiente agua en una cacerola para crear un baño María con agua. En un tazón de metal sobre el agua hirviendo, bate cuidadosamente las 4 yemas de huevo, jugo de limón, pimienta blanca, salsa inglesa y 1 cucharada de agua.

Sin dejar de batir, añade la mantequilla derretida 1 ó 2 cucharadas a la vez. Si la salsa empieza a espesar demasiado, agrega 1 ó 2 cucharaditas de agua caliente. Continúa batiendo hasta que toda la mantequilla se incorpore. Sazona con sal y retira del fuego. Tapa el tazón para mantener la salsa caliente.

Para escalfar los huevos: Llena una cacerola grande con agua y hierve a fuego lento. Añade vinagre. Con cuidado, rompe los huevos sobre el agua hirviendo y deja que se cocinen por de 2 ½ a 3 minutos. El centro de las yemas debe estar suave. Saca los huevos del agua con una espumadera y pásalos a un plato caliente.

Mientras que los huevos se cuecen, calienta el jamón canadiense en un sartén mediano a fuego medio-alto. Aparte, tuesta los muffins.

Unta un poco de mantequilla sobre cada muffin y agrega una rebanada de jamón. Coloca encima el huevo escalfado. Sirve 2 muffins en cada plato y baña con la salsa holandesa. Espolvorea con cebollín picado.

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El chile seco.

Descripción

Se utiliza el término “chile seco” para designar una gran variedad de chiles que se dejan madurar y deshidratar, como el chile ancho, el mulato y el guajillo, entre otros.

Ya secos, estos chiles son muy utilizados en la cocina mexicana; algunos se hacen ahumados, como el chipotle y el chile morita. Los chiles mulatos, mirasol, guajillo y pasilla se destinan principalmente a la industria artesanal del mole. Existe una amplia variedad de productos industriales hechos a partir del chile que se usa en la cocina: en el mercado los hay congelados, deshidratados, encurtidos, enlatados, en pasta y como salsas.

El chile también se ha utilizado con fines medicinales.

La medida del picor

El chile es una planta de comportamiento anual y perenne. Su altura normal es de sesenta centímetros. Tiene tallos erectos con ramas; son de color verde oscuro. Sus raíces llegan a profundizar entre setenta y 120 centímetros. Hacia los lados también se extienden hasta un metro con veinte centímetros. Las hojas son planas, simples y de forma alargada y ovoide. Las flores son perfectas, es decir, hermafroditas, y se forman en las axilas de las ramas; son de color blanco y a veces púrpura.El color verde de los chiles se debe a que acumulan grandes cantidades de clorofila. Cuando maduran, algunos chiles se hacen curvos y toman un color rojo o amarillo, debido a la presencia de ciertos pigmentos. Los chiles pican debido a uno de ellos, llamado capsaicina. Para determinar cuál es el chile más picoso del mundo, o el menos, o los que están entre esos dos extremos, se mide el contenido de capsaicina en el fruto.

Clima

El chile necesita climas cálidos para desarrollarse bien. Es sensible a las bajas temperaturas. Para germinar en nueve o doce días, necesita una temperatura de 24ºC. Lo importante es que la temperatura no baje de 10ºC, porque en este caso se detiene el crecimiento de la planta. Con temperatura superior a los 35ºC la fructificación es débil o nula, sobre todo si el aire es seco.En el sistema de siembra por trasplante, se prepara un almácigo o semillero para luego cambiar la planta a su lugar definitivo. Este sistema permite un mejor control de las condiciones ambientales, como la temperatura, la humedad y la salud de la planta: un almácigo está tapado, tiene riego constante y permite seleccionar las mejores plantas.

Secado de chiles

La cosecha de chile se hace manualmente cuando se va a destinar para el deshidratado. En general se van cortando a medida que los frutos cambian de color, por lo general de verde a rojo; en el caso del chile pasilla y mulato, se cortan cuando cambian de color verde a café oscuro. Los chiles se secan al sol o en plantas deshidratadoras. El secado en máquinas es más rápido y práctico cuando se trata de grandes cantidades. Los chiles se ponen a una temperatura de 70ºC durante treinta horas. Si se van a poner al sol, se acomodan en un lugar plano con un ligero declive para evitar encharcamientos en caso de que llueva. Se extiende una capa de paja o ramas secas, donde se coloca el chile maduro recién cosechado. La paja permite el paso de aire y elimina cualquier exceso de humedad para evitar que los frutos se pudran. Cuando se seca la parte de arriba, el chile se voltea para que la parte de abajo también reciba los rayos del sol. El secado bajo este método dura de diez a veinte días, dependiendo de la intensidad del sol y la temperatura.

Información de SIAP.

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