Como enamorar con vino.

Si vamos a hacer una cena… ¿agregamos vino?

La respuesta es sí.

Piensa en los momentos más importantes y es una gran manera de celebrar.

1-Espumosos.

¿Vas a declararte, a dar una gran noticia? Es momento de un brindis. Los espumosos nos van a ayudar muy bien con todos los platillos (menos carne) que podamos consumir. Prueba desde algo muy elaborado o puede ser un perfecto aperitivo.


 

2- Rosados.

Innovador: busca algo diferente para la cena a un blanco o tinto. Piensa en platillos que te acompañen muy bien con ese momento, por ejemplo arroces, algún salmón o un aperitivo.


 

3- Tintos jóvenes.

Este es un clásico que nos acompaña. Si quieres algo bueno, que sea rico y te guste siempre, esta opción te va a funcionar. Busca vinos tintos que no tengan barrica. Estos irán bien con las pastas, algunas tapas, quesos o simplemente para disfrutar la música.


 

4- Blancos.

Esta opción nos gusta por que acompaña. Es para ir de un buen momento a otro. De preferencia no vamos a acompañar con comida, sino con charla, algo de buena música y disfruta la noche.


 

Y siempre hay una tercera opción cuando las cosas no salen bien.

amor

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Mitos del vino.

Siempre salen más ideas erróneas a la hora de catar ¿o no?

1- Ver contraluz un vino.

¿Por qué vamos a ver para arriba un vino? No tenemos ni idea. Lo correcto es ponerlo contra blanco y poner 45º la copa, para poder ver su color y las zonas (desde el centro al ribete). De preferencia con luz blanca (sí, la luz influye mucho).

2- La uva es más importante.

Otro mito que amigos españoles nos han hecho pensar: lo primero en el viejo mundo es la región. Ellos tienen un mayor respeto por el terroir, por lo cual suele ser más importante o “definitivo” en un vino qué región es a la cepa que se usa, más en las Denominaciones de origen.

3- Los sorbos.

El primer sorbo es para limpiar el paladar. No es necesario hacer gárgaras, sólo con pasarlo por toda la boca. En una ocasión vimos a una persona que estaba haciendo “buches” porque le dijeron que con eso y el aire en la boca, iba a saberle bien. Pues a esta persona le mintieron, sólo necesitan pasarlo por toda la boca y tragar.

Pasar el aire es como si lo “jaláramos” haciendo “pescadito” con la boca mientras tenemos el trago en la boca.

4- De copa en copa.

Lo mejor al cambiar la copa o la botella, es tomar agua. Siempre agua. ¿Para qué? Es la manera de limpiar la boca de un vino a otro. Si ya la limpiamos de otras cuestiones antes del vino (el primer trago), ahora bien, entre vino es lo mismo. Tomamos agua, pasamos el primer trago y el segundo es el que realmente nos va a hablar del vino.

5- Mentir los aromas.

¿A qué huele el regaliz? ¿Cuál es la compota de frutos rojos? ¿A qué huele el anís seco y el fresco? ¿Hay diferencia entre pimienta negra y la rosa? Si no sabes esas respuestas, evita decir que a eso huelen. La memoria olfativa es algo muy personal: si sabes a qué huele la menta y la hueles en tu vino, está bien; si te dijeron a qué huele la menta y piensas que a eso huele, entonces no lo digas (no mientan por convivir).

6- Decantar un vino.

En serio no lo hagan; los jóvenes o con mucha evolución no se decantan; a veces con sólo abrirlos un tiempo antes es más que suficiente; sobre todo si su filtrado es bueno o no encuentran sedimentos.

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7 excusas para un vino mexicano.

¿Quién no ha probado una buena copa de un mexicano? Pues aquí les damos las excusas para hacerlo.

  • Es lo que produce tu país.

Aunque no lo creas, somos un lugar de gran producción de vino. Tenemos varios estados que han logrado trascender con su manejo vinícola y de enoturismo.

  • La bodega más antigua.

Casa Madero es la vinícola más antigua de Latino América y una de las 5 de todo el mundo. ¿has probado sus vinos?

  • No es caro.

Bueno, sí. Bueno, no. Depende que vayamos a encontrar. Tenemos grandes vinos con costos más elevados y vinos baratos de gran calidad. Buscando y probando se encuentra.

  • Mejorar el mercado nacional.

Ayudas a la economía local; oferta y demanda.

  • Ayuda y beneficia.

Para el corazón, la memoria, la salud es un buen referente que te va a hacer sentir mejor. ¿Qué mejor opción para tomarlo?

¿Quieres platillos mexicanos con vino? Intenta con los mexicanos, te vas a sorprender con lo que vas a encontrar.

  • El nombre.

De enólogos, casas, bodegas, intermediarios tiene un peso: ese vino que va a llegar a ti tiene manos expertas que sabrán la calidad que te están entregando.

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Como abrirlo sin descorchador.

Tienes un vino y no como abrirlo… ¿Qué sigue?

Pues bien, en el portal de FoodBeast hicieron algunos consejos no tan prácticos de cómo abrir un vino. Nuestra recomendación es que compren un descorchador de dos pasos; son baratos y muy funcionales, caben hasta en algunas carteras, bolsas, o para dejarlo siempre en el coche.

Pero si falla:

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Puntos para saber si eres Foodie.

¿Estás dudando si eres Foodie? Estos son puntos para estar seguro si lo eres.
• Te cuesta ver a tus amigos.
Sobre todo si ellos siempre quieren los tacos de siempre; tú quieres probar más cosas.

 
• Las fotos.
Todo lo que comes, le sacas fotos. A veces sólo para tenerlas; otras veces para presumirlo.

 
• Piensas en comida.
Estas trabajando, comida. Estas corriendo, comida. Te dicen “tlacoyos” y lo imaginas. Hueles que la vecina fríe cebolla, te imaginas qué harías tú. Estas en un restaurante y te antojas hasta de otros lugares.

 
• Preparas comida.
Te gusta preparar, te agrada comer mucho y si tú lo haces, mejor.

 
• Eres sano.
Comes de todo y lo sabes. A la gente le sorprende de cómo no subes de peso para como comes (no importa si eres talla 0 o talla 12; el punto es que no subes e incluso bajas de peso).

 
• Sabes de dónde viene tu comida.
Cuando compras manzanas, preguntas si son nacionales; si la harina es sin gluten; qué tipo de jitomate comes.

 
• Maridaje.
Siempre piensas en posibles maridajes: si quieres que sea vino, mezcal, tequila, vodka, jugos y más.

 
• No te excedes.
Comes y bebes con cuidado. Generalmente.

 

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De los bebedores de vino que he conocido.

A lo largo de este tiempo, conocer personas que toman vino, que catan cerveza y que disfrutan de mezcales, he aprendido algo y les traigo la experiencia personal.

Soy joven y al parecer por ello está mal que sepa de vino. Pero no para aquellos que saben de vino. Cuando en algún evento, una cata o un recorrido enológico descubren que a mis 25 años llevo al menos 12 tomando vino, se sorprenden. Al menos en México.

Lo que no logro entender es que mi edad tenga que ver con el gusto.

Me explico: Resulta que el otro día en una cata, una persona estaba con un vino. Pero de alguna u otra forma noté como me veía de manera despectiva ¿Qué pasaba?

Pasando la noche, este personaje hacía comentarios y “preguntas” para hacer notar que sabía de vino. Sabía más que los demás, pero no tanto como el enólogo.

Él pareció notar la situación y al final de la cata sentenció que todos los que gustábamos de un placer, debíamos disfrutarlo sin pensar en más.

Me he dado cuenta durante este tiempo, que las personas que más llegan a disfrutar el vino son aquellas que saben hacerlo sin presunciones y que no buscan más que tener un buen momento. Ese mensaje pocos podemos entenderlo.

No importa tanto el conocimiento que tengas del vino: si sabes como catarlo, servirlo o qué cepa es con sólo verlo u olerlo.

Si te das cuenta, esas son cosas que vas a ir aprendiendo con el tiempo y no es necesario más allá; no dudo que haya gente de mi edad y más jóvenes tomando vinos y al menos espero, no sean discriminados por esta situación o no saber tanto como otras personas, pero si me gustaría darles un mensaje a todos: no importa la edad, el momento, la situación: tomar vino no tiene que ser un protocolo, es una manera de vivir y disfrutar de una ocasión, una cena, una comida y una plática.

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Razones para escoger un vino blanco.

Si eres de los que siempre busca una excusa para tomar un tinto, te invitamos a probar con un blanco; para cambiar la costumbre.
 

  • Es fresco.

Por si hace calor o si el otoño viene frío, una opción es intentar un vino blanco; su frescura nos puede acompañar en cualquier momento.
 

  • Sabe bien.

En verdad es interesante la gente que dice que “no le gusta”; debería probar más. ¿O el primer tinto fue el qué les gustó? Por eso es cuestión de buscar uno que se adapte a nuestros gustos.
 

  • Los aromas son lindos.

Si no eres fanático de los aromas a frutos rojos o siempre encuentras las compotas, esta opción va a otros: frutas tropicales en todas sus variedades.
 

  • Las combinaciones de comida.

Como no estamos acostumbrados a hacer estos maridajes, será un reto interesante ver ¿qué vamos a ponerle? ¿Probarlo con carne? ¿Qué carne? ¿el pavo y el venado, podrían ir con uno?
 

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Hasta los pecados tienen copa.

¿Cómo te imaginas los pecados capitales?

En vino, la Bodega Ysios decidieron mostrar una pequeña exposición donde reinterpretan los siete pecados capitales, pero en copas de vino.

Esta Bodega de la Rioja Alavesa trajo con el nombre de “7 deadly glasses” firmadas por el inglés Kacper Hamilton.

El nombre Ysios es un particular homenaje a Isis y Osiris, dos divinidades egipcias íntimamente ligadas con el mundo del vino.

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Las 5 diferencias entre los vinos y los licores.

¿Se han preguntado cuáles son las diferencias?

Y no nos referimos al proceso (fermentación, destilación), sino a la manera de tomarlos o consumirlos.

1- Temperatura.

Los vinos tienen una temperatura de servicio a los cuales se van a servir: si es menor depende del vino: blancos, rosados o espumantes irán a una menor que los tintos o con barrica. A un vino no le vamos a poner hielo, como le podemos hacer a un  vodka o al whisky.

2- Vasos/copas.

La mayoría de los destilados y licores los puedes colocar en diferentes vasos y copas: la cerveza, por ejemplo, la puedes tomar desde la botella. El vino no. La preferencia en su caso es que lo tomes en las copas que van destinadas a él.

3- Grados de alcohol.

El vino con mayor graduación rondará el 15% de alcohol. Algunos mezcales, Whiskeys, vodkas están entre el 20% hasta el 45%. Tomando en cuenta que el vino blanco está casi a 10%, puede ser cerca del doble la cantidad de alcohol.

4- Coctelería.

Solemos ligar la coctelería de vino a un vino malo. Si no tiene calidad lo podemos hacer con refrescos, cerveza o jarabe y frutas. Con destilados no; incluso se nos hace normal; algunos más ortodoxos lo negarán, pero la verdad es que no está mal visto servir ron con refresco de cola.

5- La evolución.

Cualquier bebida llegará el punto que esté “mal”. Pero el vino es más susceptible: si hay sol, la cantidad de agua en el ambiente, las vibraciones que sienta pueden alterar a un vino. El licor no tendrá ese problema e incluso podrá evolucionar libremente en cualquier lugar, aún una vez abierto. Ojo, ninguno de los dos aguantará la luz.

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Qué vino va para tu humor.

¿No sabes qué vino tomar?
Estas son las recomendaciones que te dejamos para que disfrutes tu buen (o mal) humos con una copa de vino.

Tristeza.
Ya sientes que el mundo no te aguanta, que debes cambiar de aires; que tu novix no te quiere, que el perro te huye y que el jefe no anda a gusto con tus cosas.
Tranquiliza el ansia, haz unas bolitas de melón y agrega algo de jamón serrano; una buena copa de tempranillo, malbec o banarda para dar un buen momento y darte cuenta que nada es tan importante como disfrutar un espacio para ti.

Satisfacción/bienestar.
¡Todo es bello!
La calle es bella, la música es buena, la plática increíble, el amigo que te gusta te hace ojitos (o el novio y tú andan en esa racha sobre las nubes) ¡Felicidades! ¿Cómo completas con una copa de vino? Algo de pan tostado con un poco de queso mozzarela y un pinot grigio o un clásico sauvignon blanc. Festeja ese momento, esa felicidad, que nada más te importe.

Enojo.
¿De nuevo ese cliente? ¿En serio tu mamá sólo llamo para eso? ¿Cómo qué tu novix hizo qué?
¡Basta!
Toma los 5 minutos que te mereces, agarra una copa de vino; un espumoso y huye a tu rincón favorito. Siente las burbujas y deja que ese enojo se vaya: Sí, el cliente es así; sí tu mamá también; puedes cambiar de novio; el trabajo no va a terminar con tu vida a menos que lo permitas.

Cansancio.
Estas cansado, la semana fue pesada, el momento incómodo. Es más, es viernes, tus amigos van a salir y la verdad no puedes ni caminar.
Llega a casa, quita los zapatos (si eres mujer, el sujetador; si eres hombre, la corbata) y agarra una copa de merlot o malbec. Sólo ve y disfruta lo que Netflix tiene para ti.

Melancolía.
Lo extrañas, lo sabemos. Es necesario un cambio (siempre es bueno); esa lluvia no ayuda. ¿Qué sigue?
Una copa de cabernet sauvignon, un corte de carne y sentirte reconfortado.

Enamorado.
Sólo agarra dos copas, la mano de esa persona, una botella de vino y lo demás sale sobrando.

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