¡Mermeladitas caseras!

La mejor forma de disfrutar una mermelada hecha por tus manitas.


Son sencillas y no es difícil. Puedes hacer diferentes combinaciones y encontrar nuevos sabores que te encantaran. Te quedará perfectas no sólo para disfrutar, sino hasta de regalo te servirán.

¿qué se necesita?

La fruta de preferencia.

Azúcar refinada.

Un poco de agua

Fécula de maíz.

Piensa en lo que más se te antoja:

Pueden ser fresas, piña, uvas, zarzamora; todas las frutas que quisieras probar.

En caso de que tengas que limpiar la fruta, hazlo: Piñas, plátano, naranjas.

¿Tiene cáscara? manzanas y peras las vamos a lavar y después las pelaremos. Haremos cubos medianos a pequeños.

Otras frutas como cerezas, frutillas sólo debemos lavarlas y desinfectarlas bien.

Las vamos a poner en un cazo a la lumbre baja. Dejaremos que empiece a hervir y les agregaremos el azúcar y moveremos poco a poco.

Si es fruta que se oxida (que se pone negrita después de un rato, como el durazno o la manzana), ponemos un chorrito de judo de limón.

Si vemos que espesa mucho, agregamos algo de agua; esto es para evitar que se pegue mientras está en la lumbre.

Si por el contrario, está muy aguada, un poco de maicena diluida en agua nos dará una mejor consistencia.

Lo mejor de hacer nuestra propia combinación son las posibilidades:

¿Agregamos licores, más azúcar, tal vez menos? Podemos dejarla con trozos o destruirlos totalmente y hacer que la mermelada tenga una consistencia cremosa. Que sea de frutos rojos o combinaciones especiales.

Las puedes usar para postres, como cheese cakes o tartas, para regalar o que sea el toque perfecto para cenar con un trozo de pan.

Una última recomendación: Evita hacer combinaciones “muy locas” en abundancia. Puede que el resultado no te guste y al final, termines desperdiciando la mezcla.

Pero si es de poco a poquito, puedes hacer las combinaciones más extrañas y locas; quien quita y encuentras el huevo mejor sabor de mermeladas.

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