Los vinos blancos para bebedores de tintos.

La falacia más grande: que el mejor vino blanco es un tinto y otras mentiras que tenemos alrededor del blanco ¿a qué viene ese miedo a tomar una copa de blanco?

De alguna forma, tomamos el vino blanco como una mala excusa para el vino y lo hacemos a un lado –y no se diga un vino rosado y con el despectivo de “es para mujeres (¿?) como si eso fuera malo-.

Y siendo honestos, ni tan buenos bebedores de vino tinto somos (generalizo, no me refiero a ninguna persona en particular): tomamos vinos tintos que son jóvenes y en la mayoría de las veces dulces e incluso malos (volvemos a “el mejor vino es el que me gusta, aunque sea malo”).

Vayamos a lo práctico: Me gusta el vino tinto y me adentro en vino blanco ¿Cómo?

Chardonnay.
Busca vinos de chardonnay que tengan añejamiento en barrica, con fermentación maloláctica: Notas tostadas que incluyen a la vainilla, opciones de California, Burdeos y Chile donde encuentras más aromas a limón, manzana y piña.

Uvas tintas.
Merlot, cabernet sauvignon y más han sido usadas para hacer vino blanco en los últimos tiempos. Recuerden que el color viene de las pieles, por lo cual, aunque es más complicado encontrar estos vinos, es posible hacerlo aún así.

Sauvignon blanc y semillón.
Una combinación que poco a poco a se ha hecho más conocida gracias a la zona de Burdeos. Si quieres aromas más herbales, prueba esta combinación.
¿De dónde? Pessac Leognan tiene su Chateau Haut-Brion Blanc.

Marsanne – Roussane.
Del Valle de Ródano, estas cepas que han logrado ser una buena combinación hecha en la costa de California o en Washington: vinos con aromas a limón, manzana cocida, mandarina con un gran cuerpo y una agradable consistencia tras su envejecimiento en barrica.

Riojanos blancos.
Los vinos de Rioja son de lo más famosos y conocidos en México y sus blancos no son nada despreciables.
Con crianza en barrica hasta 10 años nos permiten en nuestra vida.
Vinos hechos con viura, garnacha blanca y malvasía logran aromas y colores más evolucionados que a los amantes de los tintos les pueden agradar: cera de abeja y manzanilla estarán presente con un exuberante sabor.

Y entonces, ¿se animan a probar vinos blancos?

Con información de Wine Folly.

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