Marca vitivinícola promueve limpieza de playas en Puerto Vallarta

Con el fin de promover el cuidado y limpieza de playas en Puerto Vallarta, Jalisco, la marca de vinos Barefoot Wine & Bubbly realizará en ese lugar su movimiento anual “Barefoot Wine Beach Clean-Ups”, apoyada por la comunidad local. Es la tercera ocasión en que Barefoot lleva a cabo esta acción en playas mexicanas, y durante el año pasado “Barefoot por Vallarta”, hubo cientos de voluntarios que en tres días realizaron estas acciones de manera simultánea en Puerto Vallarta y la Riviera de Nayarit.

En un comunicado, aseguró que Puerto Vallarta es el destino de playa más importante y el más concurrido de México, con la asistencia de visitantes nacionales y extranjeros que disfrutan no sólo de sus playas.

Este año, la marca seleccionó al chef Yogui Mariano Garcés como embajador del movimiento “Barefoot Wine Beach Clean-Ups”; será el vocero oficial, quien además participará en la limpieza de playa junto con los voluntarios. “Barefoot Wine Beach Clean-Ups” es una actividad avalada por la Cámara Nacional de Comercio (Canaco), local así como del Fideicomiso de Puerto Vallarta; dos aliados que desde el 2015, año en que se realizó la primer limpieza del destino, se sumaron y comprometieron de forma permanente.

La marca vitivinícola explicó que a diferencia de 2016, cuando la recolección de basura en las playas se hizo de forma simultánea con los países involucrados; este año cada país seleccionó el día de su limpieza de acuerdo con su temporalidad.

Vía Notimex.

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Chefs elaboran panes a partir de materias primas de cerveza

A partir de ingredientes de la cerveza, como malta, cebada, agua y levadura, los chefs Jessica Luna y José Miguel García aceptaron el reto y lo cumplieron de crear panes de dulce, que expenden temporalmente en una panadería ubicada en la colonia Condesa de esta ciudad.

Entrevistados por Notimex, los cocineros explicaron que elaboraron productos como conchas, danés de plátano o canela, rol de café, bigote y focaccia a partir de los ingredientes, pero también de la textura y aroma de las cervezas clara, ámbar y oscura.


Luna detalló que “el concepto y el reto para nosotros fue crear recetas basadas en los ingredientes de cada una de las cerveza”, de manera que el resultado fueron “panes que estarán a la venta hasta el 25 de junio” en la Panadería Especial, ubicada sobre avenida Nuevo León.
 
Destacó que no solamente sus ingredientes, sino los sabores y olores de las cervezas fueron utilizados para que ambos chefs crearan nueve tipos de panes.
 
La chef, quien tiene nueve años de trayectoria culinaria, detalló que ella creó cinco variedades de pan, entre ellos concha, danés de plátano y de canela, así como rol de café, a partir de ingredientes como malta, cebada, agua y levadura, y que estarán a la venta hasta el día 25 de este mes.
 
Detalló que la invitación la recibió de la empresa cervecera patrocinadora del proyecto, “me explicaron el proyecto, estuvo muy padre, me gustó y a ellos les gustó, de ahí hicimos mancuerna y decidimos hacerlo”.
 
Destacó que esta experiencia suma a la gastronomía mexicana, que es muy amplia, “utilizamos ingredientes muy arraigados y, bueno, México es súper panero”, y anotó que “las recetas se publicaran en la página de la cervecería, que incluye video”.
 

Por su parte, el chef José Miguel García, con 17 años de trayectoria, explicó que el reto fue elaborar panes a partir de ingredientes de la cerveza, pero no tienen la bebida “sino pensados en esta”, y comentó que uno de los que hizo lo elaboró a base de malta.

“Son nueve panes, de los cuales hice cuatro, como un bigote de avellanas, una focaccia con jitomate deshidrato”, precisó al añadir que también elaboró un pan negro y otro de pasas, hecho con malta para cerveza rubia o clara.

Destacó que se trata de un proyecto único, o una experiencia nueva que se traduce en un granito de arena a la gran variedad gastronómica que existe en el país, y que sobresale “porque el pan lo tenemos arraigado en nuestra cultura”.

Detalló que aceptar la propuesta le significó varios retos, como lograr los sabores y que quien consuma los panes elaborados por ambos chefs identifiquen que se trata de ingredientes de la cerveza, por lo que “tuvimos que hacer muchas pruebas”.

Por Luis Galindo (Notimex).

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Fritz, más que un restaurante, una tradición gastronómica alemana

* El mexicano Joel Hassey custodia el comedor familiar fundado en 1947 por una pareja de alemanes

Gastrónomo de profesión, experto por herencia en el indescifrable arte de la cocina, y puesto por la vida al frente de un restaurante de abolengo en la Ciudad de México, Joel Hassey asegura que cuando su familia adquirió el “Fritz”, más que comprar un negocio, recibió una tradición que ya suma generaciones.

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“La vida me llevó a la cocina desde muy joven, para ayudar a mi abuela y a mi madre a cocinar; en mi casa, mi infancia transcurrió entre mujeres, sin saber que la vida me traería a esta actividad profesional”, señaló a Notimex. Nacido en la Ciudad de México en 1966, llegó por primera vez a ese establecimiento de bien comer a la sensitiva edad de 12 años.

Asomado a sus recuerdos, Joel Hassey dio rienda suelta a su memoria para informar que ese restaurante, actualmente ubicado en el número 221 de la avenida Dr. Río de la Loza en la colonia Doctores de la capital del país, fue fundado en 1947 por los señores Hanz y Fritz Brack, quienes llegaron a México en 1940, proveniente de su natal Alemania.

Ambos eran cocineros en un barco mercante durante la Segunda Guerra Mundial. Esquivaron en repetidas ocasiones la fría y filosa guadaña de la muerte. Cuando México entró en el conflicto bélico, ellos fueron presos políticos y decidieron quedarse en este país. Entonces, Fritz, con apoyo de la comunidad alemana, montó el restaurante.

Hasta 1959, el negocio, que entonces se llamaba Hanz y Fritz, estuvo sobre la avenida Chapultepec en su confluencia con Dr. Río de la Loza y la avenida Cuauhtémoc, a 100 metros de su actual domicilio. La traza urbana del México moderno demolió el inmueble y de ahí pasó a donde está hoy, comentó Hassey, enfundado en una playera de “Fritz”.

El restaurante siempre se ha caracterizado por ser familiar, por servir lo mejor y más selecto de la cocina alemana, y por vender solamente cerveza; nada de vinos ni de licores. La infausta muerte del señor Fritz en 1970 coincidió con la entrada del padre de Joel a ese negocio, en su calidad de contador, convirtiéndose en la mano derecho de la viuda.

A sus 12 años de edad Joel Hassey ya andaba en la cocina, la bodega y entre las mesas del restaurante. “Para mí era algo mágico, sobre todo, porque al tener por vecina a la empresa Televisa, algunos presentadores, comentaristas, periodistas, actores, actrices y muchos artistas, venían a comer aquí, donde conocí al querido Tío Gamboín”, recordó.

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De 1970 a 1983 la viuda del señor Fritz se encargó del negocio. Ese año la señora, ya cansada, quería vender el restaurante y retirarse a la vida privada para tener descanso y tranquilidad. El contador Roberto Hassey intentó animarla para que siguiera, ella se negó y llegaron a un acuerdo para que él comprara el restaurante.

Don Roberto sabía cómo administrar el negocio, pero poco, muy poco, sobre su cocina, preparación, ingredientes y todo lo que había dado fama al Fritz. “Me trajo al restaurante para que le ayudara en la cocina y con la ayuda del tiempo y mi formación académica en poco tiempo entendí la dinámica de la cocina, no del restaurante, sino de su tradición”.

A pesar de los años y el cambio del propietario, el restaurante Fritz ofrece a sus clientes el mismo tipo de cocina tradicional alemana con el que abrió sus puertas en 1947; sus ensaladas Alemana, de Ravioles, Ime y otras, hacen honores a los quesos, a la espinaca fresca, a los champiñones y a otros ingredientes como el ajonjolí.

Las sopas como la de albóndigas, a base de consomé de pollo con bolitas de carne de res, son el preámbulo perfecto para una pierna de cerdo al horno bañada en salsa gravy, para los riñones estilo alemán, de res estofados y bañados en salsa de vino tinto, o para su famoso sauerbraten, carne horneada estilo venado, de cuete de res en salsa de crema agria y pimentón dulce.

Siendo un restaurante de rica herencia alemana no pueden faltar las salchichas, como la Frankfurter (de carne de res y cerdo de 80 gramos cada una al vapor o fritas), la Shubling (gigante especial de la casa, de res y cerdo de 200 gramos al vapor o frita), o la Krakauer (de res, cerdo y ternera con semilla de mostaza de 320 gramos, también al vapor o frita).

El comensal puede degustar bistec de filete de ternera empanizado, bistec de filete empanizado con un huevo frito encima, bistec de filete de ternera empanizado relleno de jamón y queso gouda, bistec de ternera asado a la parrilla, o una hamburguesa a la parrilla o encebollada, o un trozos de costillar de ternera horneado y bañado en fina salsa gravy.

De acuerdo con Hassey, entre los platos más solicitados por los clientes nuevos y de tiempo atrás, destacan el chamorro de ternera al horno, el codillo de cerdo curado, el steak tártara (carne de res molida, receta tradicional desde 1947), la lengua de Res en salsa de vino blanco y el Plato Especial Fritz para dos personas, con un poco de todo.

Ni en México ni en Alemania, una buena comida está completa sin postre, por lo que se recomienda el strudel de manzana o con helado, el flan horneado, el pay de nuez, el helado flotante o el pastel de la casa. Y, para muchos lo mejor, Fritz ofrece más de 120 marcas y tipos de cervezas importadas y artesanales, mismas que cambia constantemente.

Por Juan Carlos Castellanos
Vía Notimex.

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Lo mejor que llega a San Miguel Food Festival.

Festival del tamaño de la gastronomía de San Miguel que es un destino turístico gastronómico.

Este año, el SMAFF tendrá el corazón como eje central del evento: el corazón de los chefs, artistas, músicos y asistentes.

Se suman al San Miguel Food Festival los Chefs internacionales: Duff Goldman, Carlos Gaytán (Mexicano con estrella Michellin), Eduardo Moralí y el Top Chef México Gabriel Rodríguez.

Esto sumado a la presencia de otros chefs ya anunciados como: Raphael Lunetta, Evan Mallet, Juantxo Sánchez, Aquiles Chávez, Antonio De Livier, Guy Santoro, Francisco Ruano, Dante Ferrero y Tomás Bermúdez, entre muchos otros.

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Habrá 2 grupos de San Miguel, música y exposiciones de arte para disfrutar más del espectáculo tan grande; sin embargo, la exposición principal son los restaurantes para hacer el show de los chefs, que se encontrarán en cada mesa.

El costo de los lugares en las mesas del chef incluyen entrada o se puede comprar solo el acceso general.

Las mesas incluyen maridaje.

Cada día es un costo, de acuerdo a lo que se quiere consumir.

Para el cierre habrá un asado de almejas.

Durante el viernes 3 de Junio en la Mesa Inaugural participarán: Mónica Sólis, Santi Aleck Pirsh (Joven promesa con 14 años de edad), Laura Buccheri (La Cocina de Afrodita); Cesar Castañeda (Condesa DF); Ulises Márquez (Xanath). Mesa de Apertura por Lupita Vidal (La Cevichería), Jorge Pérez Luque (Almirante), Armando Acosta (Salma), Paco Cubillas (Hotel Mesón de la Merced) Alan Carias (Trazo), Viridiana Guadarrama (Cent´Anni).

Con la presencia de viñedos de la zona y 14 vinícolas del valle de Guadalupe.

En la página del Festival viene todo detallado. Se pueden comprar los accesos –generales, por día o por mesa-.

Además tendremos arte internacional expuesto en el SMAFF, contarán con la presencia de obras Picasso, Andy Warhol y Basquiat, gracias a la presencia del galerista Scot Foreman.

Más sorpresas:

Se van a tener probadas de comida y de vino.

Cooking shows donde los chefs explicarán métodos de preparación.

Experiencias con los mejores destilados del país.

Un barbershop con bebidas.

Cada chef en su show con su especialidad.

Y lo mejor: se piensa en una versión para Querétaro.

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Llega Makoto a México: tradicional comida japonesa de vanguardia en Polanco

El lugar que eleva la sofisticación de la gastronomía japonesa -Makoto- abre sus puertas en Polanco, la zona de más actualidad en CDMX

Luego de convertirse en uno de los más prestigiosos restaurantes en Bal Harbour y Panamá, Makoto llega al país de México para robar los corazones de los amantes de la gastronomía japonesa. Gracias a su concepto único de sabor, a su gran calidad de ingredientes y su excelencia en el trato exclusivo a sus visitantes, Makoto tiene la intención de sumergir a sus comensales en un ambiente espectacular, donde la elegancia impera en un punto de encuentro en el que el glamour atrae a locales y extranjeros, con el fin de disfrutar una experiencia de primer nivel.

El Chef Makoto Okuwa destacado participante en el programa de Iron Chef, da vida a este nuevo lugar al preparar cada platillo con un sabor excepcional, deleitando a los paladares más exigentes con una extensa barra de sushi, así como un arroz único, hecho con una técnica milenaria llamada Robatayaki, la cual consiste en preparar los alimentos a fuego lento, dando a éstos un sabor único e inigualable.

El diseño del restaurante estuvo a cargo del afamado arquitecto Elik Kobi, creador de un espacio encantador que se caracteriza por ser innovador y vanguardista. Entrar es una inmersión en el detalle que nos lleva a vivir una experiencia inigualable, en su atmósfera de lujo envolvente.

La apertura del restaurante marca un antes y un después en la manera de vivir el gusto por la comida japonesa en México, pues Makoto es el espacio gastronómico más innovador aunque clásico.

Un restaurante que eleva el estándar sobre todas las opciones que existen en este país.

Vía Notimex.

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La primer Expo Sommelier.

Vinos, catas, copas, maridajes y más podrán verse juntos en la primer Expo Sommelier que se llevará a cabo en el Centro de Exposiciones Citibanamex.

El evento va para todos: el público interesado, el consumidor final, de restaurantes, hoteles, distribuidores, así como estudiantes.

En este evento encontrarás casas vinícolas mexicanas e internacionales, catas, clases, café, cerveza, mesas redondas y conferencias, infusiones, libros de vino y gastronomía, carnes frías, aceites, mixología, accesorios de vino, escuelas de vino, más productos como pan, chocolate y quesos.

El evento se llevará a cabo del 17 al 18 de junio.

Más información aquí.

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Sabores y Artesanías del Mundo invadirán el Museo de Culturas Populares

Gastronomía, diversidad cultural y costumbres de más de 25 países convivirán en el Cuarto Festival Sabores y Artesanías del Mundo, a realizarse del 23 al 25 de junio en el Museo Nacional de Culturas Populares, de esta capital.

Representantes de Chile, Honduras, México, Líbano, Bélgica, Venezuela, Argentina, España, Argelia, Colombia, Egipto, Grecia, Ecuador, Rusia, Siria, Turquía, Nigeria, Senegal e India, por mencionar algunos, se darán cita para ofrecer sus productos y servicios al público.

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Degustar platillos, dulces, postres y bebidas tradicionales de distintos países, así como adquirir a precios accesibles ropa, telas, sombreros, zapatos, collares, pulseras, plata, cosméticos, lámparas, ámbar, discos y un sinfín de manualidades típicas de cada región, destacan entre las actividades del festival.

Además, la fiesta cultural y gastronómica será amenizada con un nutrido Programa Artístico-Cultural, que incluye bailes y danzas representativos de cada región, desde danza folk, hasta trova cubana, pop, árabe, ranchero, música de arpa y danza moderna.

 SABORES Y ARTESANIAS- FOTO-

Vía Notimex.

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Museo del vino, en Dolores Hidalgo, un recorrido por la tradición del vino local

Con cuatro salas interactivas, el Museo del Vino en el Pueblo Mágico de Dolores Hidalgo ofrece al visitante un recorrido interactivo por la arraigada tradición local de la producción de esta bebida.

Con una decoración elegante a la altura de la excelencia de sus vinos, el recinto, que es el segundo en su tipo en el país, adentra al turista local, nacional y extranjero, al mundo de la cosecha y producción de la vid que en este pueblo inició en 1803 con el cura Miguel Hidalgo.

Ubicado en la calle Hidalgo 12, en la zona centro del municipio, en el antiguo hospital municipal, el Museo del Vino cuenta con cuatro salas donde se cuenta la historia de la llegada de la vid a México y como está conformado un viñedo local. Así como el proceso de añejamiento en las bodegas y la sala sensorial donde se encuentran las etiquetas de vino que se produce en la región.

Además, el recinto, inaugurado en el 2016, cuenta con espacio para realizar catas de los vinos regionales. Al respecto, Saraí Gutiérrez, miembro de la Asociación del Vino y la Uva local, explicó a Notimex que con el objetivo de hacer interactivo el espacio, las cuatro salas cuentan con elementos de apoyo como fotografías, videos, placas informativas y botellas, a fin de que las personas puedan vivir de cerca la experiencia de la industria.

La primera sala, detallo Saraí, “habla de la historia de la uva de cómo llegó a Dolores en 1803 a través del padre Miguel Hidalgo a raíz de que las tierras eran altas y las personas no tenían un oficio definido como tal”.

Enriquecido con magnificas fotografías en las paredes de los viñedos locales como Cuna de Tierra, el segundo salón trasporta a los visitantes a conocer el proceso de la vid desde su reposo en diciembre y enero hasta la vendimia en el mes de agosto. “Aquí tenemos escritura en la pared que nos va platicando como el proceso de la vid y en las pantallas nos va contando todo el proceso vegetativo; además tenemos un mural donde se puede apreciar su evolución todo el año”, dijo.

En la siguiente sala, el recinto muestra una maqueta de un viñedo para que las personas conozcan cómo se conforma y cómo es el trabajo en estos mágicos espacios; aquí también se explica la fabricación de la bebida, el uso de barricas y se presentan diversas botellas donde se envasa el vino.

La tímida oscuridad de la cuarta habitación es interrumpida por una luz verdosa proveniente del mural del mapa de la República Mexicana, el cual tiene la particularidad de estar realizado con botellas de vino.

En este espacio, los visitantes pueden conocer los principales municipios donde se produce vino en el estado: Dolores Hidalgo, San Miguel de Allende, Salvatierra, Guanajuato capital y San Francisco del Rincón. Asimismo, a través de un video, los productores de los cinco viñedos locales: Cuna de Tierra, San Lucas, Bernat, San José y

El Raco, además de algunos de San Miguel de Allende como Santísima Trinidad, narran las bondades y el proceso de elaboración que llevan sus vinos.

Por último, todo aquel que acuda al museo no puede dejar de experimentar la cata de vino que personal del recinto realiza para que los turistas puedan degustar las exquisitas bebidas que se produce en esta región, algunas de las cuales han obtenido importantes premios internacionales. Saraí Gutiérrez puntualizó que el museo abre sus puertas de martes a domingo en un horario de 10:00 a 19.00 horas, donde la entrada tiene un costo general de 30 pesos y para los estudiantes, personas de la tercera edad y gente discapacitada, se les hace un descuento de 15 pesos.

Información Vía Notimex.

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Un festival de ramen.

Muchas veces, la realidad se asemeja a nuestros sueños, como este caso: El Ramen Festival de la Ciudad de México es un delicioso hecho.

El próximo 29 y 30 de julio se llevará a cabo en la Calle de Fujiyama (Colonia Águilas) se hará el primer festival en México.


 

Si eres fanático del ramen, esta es la gran oportunidad de probar diferentes tipo, gracias a la Asociación México Japonesa.

De pronto, la información la encontrarás aquí.


 

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Parras de la Fuente, tierra de los orígenes vitivinícolas en América

Viajar a estas tierras semidesérticas, en el sur de Coahuila, es remontarse a los orígenes vitivinícolas no sólo de México, sino del Continente Americano, cuya tradición vinatera, iniciada hace más de cuatro siglos, se mantiene viva hasta nuestros días con su emblema Casa Madero.

A unos 150 y 227 kilómetros al oeste de Saltillo y Monterrey, respectivamente, erigido como el primer Pueblo Mágico del norte de México en 2004, Parras de la Fuente, tiene asentadas a empresas vinateras antiguas y otras surgidas en este siglo, con tecnología de punta, como Don Leo y Rivero González, cuyas bodegas ofrecen vinos de calidad y excelencia.

Estas empresas, entre otras casas artesanales productoras de vinos de mesa, integran la denominada “Ruta del Vino”, de singular atracción para turistas que desean conocer el proceso de producción y, desde luego, catar estas bebidas, porque “si vino a Parras y no tomó vino, a qué chin… vino”, dicen sus habitantes con singular humor.

Dicha ruta impulsada y diseñada recientemente por Miguel Echavarría Neira, titular de la Oficina de Convenciones y Visitantes de Parras, representa una iniciativa para dar un mayor dinamismo al turismo de este lugar con historia y donde nació el héroe de la Revolución, Francisco I. Madero en 1873.

La historia de la vitivinícola más antigua del hemisferio se remonta a 1595, cuando Lorenzo García, uno de los primeros españoles que llegó al entonces llamado Valle de las Parras, solicitó la merced o dotación de tierras, lo cual se le entregó dos años después, el 19 de agosto de 1597, fecha cuando se funda la empresa vinatera, hoy con 420 años de actividad.

La dotación la hizo el gobernador de la Nueva Vizcaya, Diego Fernández de Velasco, y la merced por escrito está firmada por el rey Felipe II de España, “con el expreso propósito de plantar viñas para producir vino y brandy dando así formal nacimiento a la Hacienda de San Lorenzo, lo que hoy es Casa Madero”.

Dicha acta “la conservan los dueños actuales como una reliquia, según se fue vendiendo la hacienda, fue pasando de mano en mano lo que es la merced”, señaló a Notimex, Ricardo Ríos, uno de los guías para recorrer la emblemática empresa.

“Por medio de la merced, está certificado que Casa Madero es la vitivinícola más antigua de América y el señor Evaristo Madero Elizondo adquirió esta empresa por 500 mil francos el 12 de abril de 1893”, refirió.

Al adquirir la empresa, “mandó a sus hijos y a sus nietos a estudiar a Europa, para que estudiaran el cultivo de la vid, el proceso de los brandys, de los vinos y de las bebidas fermentadas”, citó.

“Solamente el nieto mayor se le fue por la política, que fue Don Francisco I. Madero, que fue Presidente, quien hubiera sido parte de la tercera generación –de dueños y administradores de Casa Madero-, ahorita actualmente ya van en la quinta generación de los mismos Madero y la empresa sigue activa al 100 por ciento”, mencionó.

“Antes, lo fuerte de Casa Madero eran los destilados y los brandys, ahorita todos nuestros vinos son de mesa, de antes solamente está un destilado que se llama Blanco Madero, es muy distinta una bebida fermentada a una destilada”, dijo.

Este último producto es el único que se destila en los alambiques actuales de la vinatera, “con 50 por ciento alcohol de caña de azúcar y 50 por ciento alcohol de uva, su pureza de grado de alcohol es de 35, no puede ser un ron porque no es 100 por ciento de la caña, ni un brandy porque no es 100 por ciento de la uva”, explicó.

“Es un aguardiente, un destilado –para- piñas coladas, vampiros o cualquier otra muestra que deseen hacer-, aquí lo que es la destilación consiste en retirar el alcohol al vino”, precisó el guía turístico, al mostrar los alambiques para destilar utilizados actualmente en Casa Madero.

Hoy en día “salen aproximadamente de 700 a 800 cajas diarias, cada caja con 12 botellas, cuando hay temporada más alta, salen hasta mil 500 o mil 700 cajas diarias”, de ellas, poco más del 90 por ciento queda en el mercado nacional y el resto se exporta, abundó.

Ahí se categorizan los vinos como Jerez y Oporto, “todos los vinos tienen todos los nombres de la uva, ya que Casa Madero mandó importar 33 distintas variedades de los distintos tipos de uva, las 33 se adaptaron por los cambios de clima”, comentó.

Entre estas variedades mencionó el Cabernet Sauvignon, Malbec, Merlot, Shiraz, Chardonnay; la mayormente conocida es la uva de mesa, “la que encontramos en los supermermercados, ese tipo de uva no se usa para la producción de los vinos, esa uva ni siquiera la manejamos aquí”.

“La vida útil que le manejamos a la parra es de 18 años, para que nos dé una uva de calidad, para la producción de los vinos, pero la parra puede durar 25, 30, incluso más años, pero ya no nos va a dar una uva de calidad”, explicó.

En 2013, Casa Madero Chenin Blanc 2012, además de obtener medalla de oro, fue seleccionado como el mejor vino blanco de la competencia más importante del ramo en Francia; dicho premio representa el máximo reconocimiento que ha obtenido la industria vitivinícola de México.

Dentro de la “Ruta del Vino”, Casa Madero, además de ser parte fundamental en el desarrollo de Parras de la Fuente, fundada en 1598, un año después de la vitivinícola, además ofrece recorridos diarios al interior de la fábrica y museo, e incluso en fines de semana se dan paseos en caballo en “calandrias”.

A lo largo del recorrido por la fábrica-museo, se pueden ver además antiguas maquinarias o herramientas utilizadas para la elaboración del vino, como el caso de prensas de madera que datan de finales del siglo XVII y principios del XVIII, o imponentes barricas circulares, mientras que en los pasillos de las cavas el aroma a bebida impregna el ambiente.

Otro aspecto es el curado de las barricas de madera para almacenar el vino, que es exclusivamente de uva y no de otros frutos o plantas, como erróneamente se denomina a otras bebidas, subrayó Ríos.

“La palabra vino solamente es de la uva, hay mucha gente que dice ‘un vino de manzana’, un vino de nuez, van a la tienda por un vino y resulta un tequila o un whisky, la palabra vino solamente es de la uva, los demás podrían ser licor de manzana, licor de membrillo, crema de nuez, o simplemente tequila, ron, whisky, vodka, entre otros”, enfatizó.

El recorrido vinatero implica adentrarse hacia el “Valle del Tunal”, unos 30 kilómetros al este de Parras, una zona con un clima inhóspito, entre un camino de terracería y piedras.

Ahí, palmas, cactus y arbustos pequeños, además de lagartijas, víboras, correcaminos, jabalíes y liebres, son la vegetación y fauna reinantes en el desértico lugar, rodeado por parte de la Sierra Madre Oriental que se divisa a distancia.

En contraste con el desierto, 50 hectáreas de vid crecen verdes con el uso de las tecnologías modernas y una nave industrial se erige como bodega, con su subterráneo para producir diversas variedades de vino y almacenar en barricadas de maderas importadas el preciado producto, se trata de “Viñedos Don Leo”.

Durante el tour vinatero por tierras coahuilenses, Iván Muñoz Ramírez, ingeniero agrónomo encargado de la producción en el recóndito sitio, explicó que el proyecto inició en el año 2000 con una hectárea y hasta 2007 se levantó la primera cosecha del viñedo, lo cual animó a ampliar la siembra de vid, bajo sistema de riego por goteo.

“De las 50 que tenemos, 25 están en desarrollo de la planta, porque nosotros traemos toda la planta de Francia, viene la planta con su raíz y su variedad ya injertada para desarrollar, pero sí tardamos para entrar en producción de cuatro a cinco años”; la meta es abarcar 450 hectáreas de vid en el “Valle del Tunal”, explicó.

Este viñedo está entre los más altos del mundo, a dos mil 100 metros sobre el nivel del mar (600 más que en Parras), rodeado de montañas, le permite más horas de frío durante la época de maduración, lo cual da mayor concentración aromática y una mejor definición de gustos varietales, según expertos.

Estas características le dan una cualidad inigualable a las diferentes cepas que ahí se producen; en el caso de vinos tintos están Merlot, Shiraz, Cabernet Suavignon, Pinot Noir (variedad emblema de la casa), Malbec y Zinfandel, mientras en vinos blancos se elaboran el Suavignon Blanc, Semillon y Chardonay, comentó.

Las cosechas de uva son entre septiembre y octubre en el Valle del Tunal, a diferencia de Parras, donde se da durante los meses de agosto y septiembre; el desfase obedece a la importancia de aprovechar lo frío del clima para el color de la piel de la fruta.

“La cosecha la realizamos en las horas más frescas, tratamos de terminar a las 11 de la mañana, cuando mucho, de cosechar, recogemos toda la uva, por qué, porque los aromas de la uva son muy volátiles, si yo dejo que la uva se caliente, voy a dejar de perder aromas, voy a perder sabores, entonces a esa hora fresca entra la uva muy concentrada”, explicó el agrónomo.

Lo que hace único a este vino, es el cuidado que se le da a la planta, tratando de ser un producto orgánico, las barricas que utiliza Don Leo son de roble francés y americano.

“Ahorita estamos produciendo alrededor de 150 mil kilos, más o menos en botellas, es igual, 150 mil botellas al año, un kilo –de uva- nos va a dar más o menos una botella de 750 mililitros, es el rendimiento que vamos a tener, un kilo de uva te va a dar 65 o hasta 75 por ciento de rendimiento”, dijo Muñoz Ramírez.

De regreso en la cabecera municipal, la Ruta del Vino nos lleva a “El Vesubio”, una de las fábricas de vino casero más tradicionales de Parras y cuyos productos se expenden exclusivamente ahí, sin que tengan otro sistema de distribución.

Enrique Ramírez Vargas, propietario de la bodega que está por cumplir 126 años el 15 de agosto próximo, refirió que el fundador fue el italiano Nicolás Nicollielii, “ya después fueron mis tíos los sucesores de la bodega, mi tío Nicolás Milonás, que era griego y mi tía Conchita Vargas, que era aquí de Parras”.

“El negocio es familiar, una bodega pequeña, de poca producción y aquí trabajamos cuatro tipos de vinos, tinto dulce, conocido como Sangre de Cristo, el Milonás, que aparte de uva, tiene nuez, jerez dulce, y el único que tenemos ya semiseco, es el Kimi”, comentó.

“Cada vino tiene su función, los dulces, como se acostumbra, son aperitivos o digestivos, por ejemplo el de nuez, es antes de comer, el jerez es un digestivo, ahora que si utilizan un vino que quieran acompañar un corte de carne, un producto de carne roja, se utiliza mucho el Kimi, que es un vino semiseco”, expuso.

En el caso del Sangre de Cristo, “se puede tomar solo o con limonada, en hacer una sangría, a veces hasta en la noche se lo pueden tomar ese vino”, dijo el comerciante parrense.

Rivero González es otra de las empresas vitivinícolas que siguieron la tradición iniciada hace más de cuatro siglos; en su predio “Buena fe”, plantó su primera viña en 1998 y en 2002 obtuvo su primer cosecha, más que con un afán comercial, por “hobby” de sus propietarios, quienes cuentan con otros viñedos en la zona.

Cabernet Suavignon, Merlot, Cabernet Franc, variedades de origen Burdeos, hacen el tinto primogénito de la casa, el Rivero González tinto, el cual permanece 24 meses en barrica y otro tanto similar en botella, para su posterior venta, refirió Silvia Medina, guía de esta empresa vinatera.

Otros sitios vinateros a visitar son: Vinos Madens Terravid, Bodega Segovia Santos, Parras Gourmet y Antiguas Bodegas de Perote.

Para quienes desean conocer la forma de producir y probar la exquisitez de vinos de uva hechos en México, con variedades diversas provenientes de Francia, principalmente, la Ruta del Vino en Parras de la Fuente representa una excelente opción para disfrutar de la naturaleza y decir: “¡Salud!”.

Por Plácido Meléndez Rodríguez. Enviado (Notimex).

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