Romper una copa.
Pasarte de copas. Tirar vino.
Tirar vino tinto. Tirar vino tinto sobre algo blanco.
Tirar vino tinto sobre tu ropa. Tirar vino tinto sobre la ropa de alguien más.
Tirar vino tinto sobre la ropa de alguien más y que esa ropa sea blanca (peor si es vestido). Eructar vino.
Caerte y parecer borracho.
Estar borracho y caerte.
Que se caiga vino en la comida. Que la comida se caiga en el vino.
Criticar el gusto de alguien y que sea el vino que te iba a ofrecer… ¡Gulp! Quejarte de un vino y que sea el favorito del suegro.
Decir que un vino no te gusta, alegar el que tomas y descubrir que es el que tienes en manos. Pedir vino sin darte cuenta del costo; espantarte al ver la cuenta.
Querer servirte vino cuando tiene el corcho/tapa. Abrir con descorchador un vino de tapa rosca.
Hacer un horrible maridaje y terminar escupiendo la comida. Reír con vino en la boca.
Reír con vino en la boca y que lo escupas. Peor: reír con vino en la boca y que se salga por la nariz.
Querer pronunciar bien un vino. Querer pronunciar bien un vino, estar seguro que lo hiciste y la verdad es que no…
Es verdad, no todas las bebidas son malas, pese a que la gran mayoría en el mercado están llenas de jarabe de maíz o de azúcar que no nos ayuda a mantener un peso saludable o poder llegar a él. Hay bebidas que no nos harán daño en la cintura y lo veremos reflejado en la salud.
Y no sólo en el peso, sino en otros órganos del cuerpo. El vino tinto contiene un químico llamado Ácido elágico, que puede retardar el crecimiento de las células grasas y detener la formación de nuevos. También ayuda a aumentar el metabolismo de los ácidos grasos en las células hepáticas.
Esto va, junto con otras propiedades como las siguientes:
Mándanos como imaginas la etiqueta de Arrogant Froga al correo Claudia@pistachemedia.com o a nuestro inbox en Facebook.
Tienen hasta el 13 de julio para mandar como imaginan que sería la etiqueta de Pinot Noir de Arrogant Frog. El ganador se llevará una increíble canasta con 4 vinos de la marca.
Les mostramos los viñedos más emblemáticos de esta parte del continente.
1. Ain Karim.
Viñedo colombiano, es el primero de la industria vinícola en la región; su nombre significa “tierra prometida”. Ha logrado premios internacionales. Aquí se producen los vinos Marqués de Villa de Leyva; este viñedo está desde los años 80.
2. Casa Madero.
El viñedo más antiguo de América Latina. Se encuentra en México y fue fundado en 1568 para plantar las uvas del Nuevo Mundo, pese a la prohibición de España para crear vino en México, se dejó este viñedo para poder hacer el vino de consagración, sólo se plantaba la uva misión. Se encuentra en el norte, en el Valle de Parras. En 1906 El Obispo de la Nueva Galicia, Alonso de la Mota y Escobar, visita el Valle de Parras y hace la siguiente anotación: “Está este pueblo de las Parras fundado en un valle de los más fértiles de tierras y (…) Es este valle muy acomodado para viñas, porque allende de las muchas cepas puestas a mano que en él se dan de uvas de Castilla, cargan de mucho fruto y racimo y vienen a madurar con tanta sazón y con tanto dulce y mosto que se hace vino tan bueno, que se echa muy bien de ver que si se hiciese con la curiosidad y cuidado debido, sería el vino tan bueno como el de España…”.
En 1893 la hacienda se llama Casa Madero, adquirida por Don Evaristo Madero, patriarca de la familia Madero y abuelo del presidente Francisco I. Madero.
Para el 2010 la empreza obtiene la Certificación ISO9001:2008 en la fabricación de vinos y bebidas destiladas, logrando ser la primera vitivinícola en México en adquirir certificación total en sus procesos en viñedo y bodega.
3. Lidio Carraro.
De familia italiana, los Carraro que llegaron a Brasil en 1875.
Vinícola comprometida a vinos de calidad; que buscan romper paradigmas. Es una vinícola que da vinos de personalidad única, producto del conocimiento y la sensibilidad para crearlos. Es una vinícola ecológica, que trata de elaborar vinos particulares, ricos en complejidad y estructura.
4. Concha y Toro.
Fundada en 1883, por Don Melchor Concha y Toro, que era un político y empresario chileno; actualmente cuenta con 9,000 Hectáreas en 51 viñedos dentro de Chile; además tiene 1,154 en Mendoza y del Maule y 464 en California. Es la viña más importante en cuanto a territorio en el mundo. Cuenta con visibilidad en más de 130 países de los cuales se encuentra Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, España y México. Buscan la innovación e incluso fueron la primera viña del mundo en transar sus acciones en la Bolsa de Nueva York. Dentro de las marcas que incluyen está Casillero del Diablo, Frontera, Don Melchor, Amelia, entre otros.
Por cierto… Casillero del Diablo.
Conocido como “La leyenda del vino”, es un viñedo y marca chilena propiedad de Concha y Toro; el nombre viene de la leyenda donde el fundador de Concha y Toro guardaba en su casillero los mejores vinos, hasta que un día empezaron a desaparecer. Para evitar que los siguieran tomando, difundió el rumos que en sus vinos “habitaba” el diablo y los vinos dejaron de desaparecer.
5. Bodegas Orfila
Desde 1905 es una de las bodegas más tradicionales de Argentina. Fue fundada por José Orfilia, español de Mallorca que compró en la provincia de Mendoza tierras que habían pertenecido al General José de San Martín. Actualmente, la clásica arquitectura de la bodega original se convirtió en un museo.
La bodega actual está ubicada en el departamento de San Martín. Tiene más de 100 años de historia y continúa con el legado de sus antepasados, que conserva una mirada innovadora al futuro.
Que no le digan, que no le cuenten. Estos 5 consejos si saben a vino.
No tomes de más.
Evita terminar sacando lo que entró. Sólo las copas que son buenas para pasarla bien; en algunos casos, las copas que sean necesarias para bailar.
Disfruta tu vino.
Que nadie te amargue con cara de ¿Neta te gusta ese vino? Que no te importe. Sólo goza el vino.
Acompañado sabe mejor.
Comparte de tu vino, eso vale la pena. Los momentos en los que los tomas van a hacer que ese vino sepa mejor y será una ocasión donde va a valer la pena.
Una buena copa.
Ten una buena copa de vino, el que más te guste de la calidad que prefieras. Si te gusta el vino de tetrabrick, toma ese; si te gusta un Vega Sicilia especial, toma ese.
Maridajes.
Mira una lista rápida de maridajes y déjate llevar por el sabor.
La recomendación de tomar un buen vino es quitarnos las ataduras o los estigmas que hay en él. Por ello les decimos: inicien libres.
Al tomar un vino no se preocupen por la copa (aunque tampoco es recomendable tomar un vino tinto en una copa de tulipán, por ejemplo o un espumoso es vaso).
Disfruten lo que hay: el ambiente, el día, si hay sol o si prefieren la lluvia.
La libertad de tomar vino radica en poder elegir de las miles de etiquetas que hay y poder gozar un momento. Con uno al día vamos a ser personas más sanas.
Sí, el vino ayuda al corazón. Tal vez por eso sentimos como nos relajamos desde la primer copa hasta el ultimo sorbo.
Libres de los prejuicios de un vino: si es bueno o no, sólo importa que nos guste.
En este caso sólo vamos a depender de nosotros: que pidamos un vino que nos guste, incluso si el maridaje no es lo que esperábamos, goza cada trago, cada bocado.
Sobre todo si inicias en el mundo del vino, inicia libre. Un buen vino muchas veces nos lo da el momento.
Tal vez tu manera de tomar vino (u otra bebida alcohólica) ya está siendo peligrosa… Y estos son unos puntos para saber que debes detenerte y pensarlo mejor a la siguiente vez que te ofrezcan un vino:
Las mimosas son parte de tu desayuno no sólo los domingos, sino todos los días.
Y hay veces es lo único que almuerzas.
Una copa diaria se vuelve una botella.
Aún cuando la compartas, es demasiado vino a diario. Lo saludable y recomendable es una copa al día en caso de mujeres y dos en hombres.
Te justificas que es por salud.
Amigos y familia te han dicho que no deberías tomarlo todos los días y decides responder que hay estudios afirmando que tomar vino diario ayuda y es sano. El detalle es que tiene que ser una copa al día, no media botella.
Olvidaste tu último día sin vino.
No pasa un día que no tomes una copa en la comida, otra a la hora de la cena y una más antes de dormir. A veces despiertas y te das cuenta que la botella si se acabó.
Lo primero que buscas en la carta.
Todos están viendo que van a comer y tú pediste la carta de bebidas para ver qué tienen.
Si has caído en algunos de estos puntos, lo recomendable es informarte aquí.
Por una película de Pixar salió la duda sobre los sentimientos (teniendo sentimientos) y llegamos a la conclusión con vino ¿Qué sentimos cuándo tomamos vino?
Alegría.
Ese momento de gozo en el que abres tu vino y disfrutas el maridaje, la copa y el vino.
Tristeza.
¿Cómo qué la etiqueta que tanto te gustaba ya no la tienen y decidieron hacer el vino con otra cepa?
Furia.
Vas a casa y tu rommie decidió que era un buen momento de clericot, con tu vino, ese que guardas de manera especial para otro momento especial (léase romántico, de esos que van con dos e incluyen chocolates y fresas).
Desagrado.
El vino acorchado, está muy caliente o muy frío. Te gustan más dulces/ácidos/secos.
Miedo.
¿Y si esa copa de vino no le gusta y dice que tienes mal gusto en vinos?
¿Eres la típica persona que sabe mucho de vino? ¿Qué todo lo que has conocido es por ese curso en línea que una vez tomaste? ¿Crees que ver sommeliers en una cata te hacen el master del vino? Razones para que no seas ese farolero que nos hace preguntar ¿para qué lo invité? 1. Flojera.
¿En verdad, después de todo lo que has pasado en el día te van a dar ganas de andar fingiendo que si sabes de vino?
2. Si no sabes, no importa.
A nadie le importa si sabes qué vino es o no. En verdad, sólo disfruta.
2. Alguien si va a saber.
Peor: estas dando tu mejor historia (según tú) y alguien te interrumpe. Se ha descubierto que mientes.
4. Evitas conocer más.
Si te cierras, lo único que haces es no conocer, al contrario, estancarte en los errores.
5. Aburres.
No hay nada peor que la persona que llega a la fiesta diciendo que sabe lo que no sabe.
6. No disfrutas.
En lugar de disfrutar estás llamando la atención. En verdad no es necesario.
7. Olvidas lo importante.
Es el vino y poder pasarlo bien.