Por qué olemos lo que olemos.

De acuerdo a la experiencia, a lo que vivimos, vamos a encontrar más aromas.


Cuando llega alguien y nos da una cata, puede que no coincidamos. “A mi me huele a sandia”. Y si la persona que da la cata nunca la ha olido, es muy complicado que esa persona pueda conocer esos aromas.

Es entonces cuando entiendes: el olfato no sólo es generacional, también es de ubicación.

¿A qué nos referimos con que es de ubicación? A que de acuerdo a la zona nos vamos a ir experimentando diferentes sabores. Si has viajado a otros lados del mundo, tus aromas van a ser diferentes, más variados. Vas a tener conocimiento de qué es una compota o como huelen frutos que no son comunes en tu país.

¿A qué nos referimos con generacional?

A que va variando de acuerdo a la edad que tengamos y los productos que vayamos disfrutando. Si en tu infancia tuviste ciertos dulces, puede que más grande relaciones los aromas a ese dulce. Lo mismo si has viajado. Por ejemplo, si comías pirulí o algodón de dulce pero tus hijos no los han probado, esos aromas no los van a percibir, como puede que tú si lo hagas.

Es por eso que el aroma también se vuelve un recuerdo: la sopa que la abuela hacía cuando éramos niños, los dulces que compartíamos, la tierra donde jugamos. Se va haciendo parte de la memoria.

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Mejor que el vino.

Por José Emilio Pacheco

¿Quién es José Emilio Pacheco?

Es un escritor, narrador y cuentista mexicano. Su novela más conocida es Las batallas en el desierto. En su colección de cuentos encontramos El principio del placer (muy buena opción para leer con un buen vino) y realizó la traducción de Un tranvía llamado deseo de T.S. Elliot, entre otros más.

Les dejamos aquí el poema Mejor que el vino.

Porque mejor que el vino son tus amores.
Salomón
Quinto y Vatinio dicen que mis versos
son fríos.
Quinto divulga en estrofas yámbicas
los encantos de Flavia.
Vatinio canta
conyugales y dulces placeres.
Pero, yo Claudia,
no he arrastrado tu nombre
por las calles y plazas de Roma.
El pudor y la astucia me obligan
a guardar tales ansias
para sólo tu lecho nocturno.

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6 Errores comunes al tomar vino.

  1. Servir la copa muy llena.

Hay que servir la cantidad correcta: ni tan alto ni tan poco. Si es mucho, calentamos el vino y si es muy poco, se puede oxidar muy rápido. Recuerden que cada vino tiene su servicio y no es agua para llenar la copa.

  1. Agarrar la copa del cáliz.

Alguien que dice conocer de vino sabe que lo último que debe hacer es tomar la copa del cuerpo y no de la parte inferior: por algo tienen la “varilla” larga, para poder tomarlo de ahí.

  1. Solo la etiqueta.

No hay que juzgar un libro por su portada ni un vino por su etiqueta, así de sencillo.

  1. Siempre el mismo vino.

Por no aventurarnos, tomamos siempre el mismo vino; sin embargo, puede ser que un día decidan cambiar la cepa. Es por eso que recomendamos tener uno, dos, cinco, veinte que nos gusten.

  1. No experimentan

Por estar en las reglas tradicionales no se atreven a probar algo diferente: que el vino no va con chocolate, que el tinto con carnes rojas; que el blanco con pescados. Y de ahí no salen sin disfrutar de la comida de otra forma, como se ha venido innovando.

  1. Beber muy rápido.

Abrir la botella, servir, tomar, acabar. Mejor abrir la botella, disfrutar, tirar la plática, seguir con el vino; hay que dejar que el vino se exprese de acuerdo a su edad, cepa y maridaje.

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El vino depende de la persona que lo toma.

Que las críticas del vino se resbalen… ¡Lo que importa es lo que quieres!


Casual, vas con un amigo a comprar un vino, le compartes o te acuerdas de una botella que tienes en casa. Le dices qué vino es. Y una mueca lo dice todo, piensas en como corregir el momento… ¡Tienes mal gusto en vinos!

Entonces tu amigo comenta de un vino que a él si le gusta, y que debes probar y conocer. Y haces caso. Lo compran y van a degustarlo.
Al momento de catarlo ¡Casi lo escupes! Es muy tánico o muy suave; muy astringente o muy dulce para ti. En cambio él tiene cara de satisfacción, como si te hubiera salvado de un mal vino.

¿Está mal eso?

No, es común discernir de vinos; a algunos les gustarán de ciertas características o premios. A otros sólo verán la varietal. Algunos más se irán por la región. El vino no depende de una persona: de qué dicen, de qué les gusta o que la recomendación sea necesariamente buena.
En este caso la recomendación es para quienes recomiendan: no digan que un vino es malo porque a otra persona les guste y a ustedes no. No discriminen un vino sin conocerlo o aún cuando hayan tenido la oportunidad de probarlo, dejemos que si a alguien le guste, que lo pruebe y lo aproveche. En pocas palabras: Eviten la cara de fuchi.

El mundo del vino es tan extenso como los gustos de las personas.

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5 maneras de proponer tomar un vino.

Sencillas formas de invitar una copa… o dos, o tres.
Evitando el exceso, estas son nuestras recomendaciones cuando queremos tomar un vino y no somos expertos, nuestros amigos tampoco y algunos no gustan de esta exquisita bebida.
1- Vamos a Festejar por… ¡lo que sea!
Desde el “hoy es un día más que nos vemos” hasta el “no cumpleaños”, la cuestión es celebrar con los amigos y la mejor forma de hacer es una: con vino.

2. Por salud.
Diversos estudios demuestran que el vino es saludable… ¿a poco no lo vamos a aprovechar esta tarde qué estamos todos juntos y queremos algo bueno?


3. Por amistad.
Casi igual que la primera, Somos amigos, hay que celebrarlo, es la mejor forma de decir “¡Salud!” por este día, mes, años de amistad. Que las copas, rueden, pues.

4. Para conocer de él.
Nada más por el gusto de conocer más de un buen vino y no caer siempre en la chela, el whiskey o el mezcal… un vinito, nunca está de más.

5. Su opinión no me importa.
Si la idea de pasarla bien para tus amigos tiene que ver con no recordar el día anterior y tú quieres disfrutar de bailar, la charla y una copa, solo ábrela y disfruta.

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Como tomar vino solo.

Si, tienes antojo de soledad y de vino. ¿Se puede?

Pasa que andas en casa, que tienes ganas de darte un buen momento para ti y relajarte. Para muchos está mal visto tomar solo. Ojo, nosotros hablamos de dos o tres copas para disfrutar una buena tarde. He aquí nuestras recomendaciones.

  1. Que sea en casa.

Este recomendación va por dos razones: si vas a tomar una copa solo, es para reposar contigo y tus pensamientos, no necesitas el ruido de un bar u otro lugar para poder pasarla bien. También si te descuidas y de una copa ya va media botella, no tendrás que llegar a casa, sólo a la cama.

  1. Elige un vino.

Algo ligero. Puede ser el que quieras, pero cuida el grado de alcohol. Nosotros recomendamos más un rosado o un espumoso; tal vez hasta un tinto joven, pero que sea uno que ayude a pasar el buen momento.

  1. Maridaje.

Aconsejamos que disfrutes con algo. Cocínate o prepárate algo rico: unas tapas, una picada, unas frutas, algo de chocolate, un buen corte. Lo que gustes, es tu ocasión de disfrutarte. No lo olvides, el protagonista eres tú.

  1. ¿Música, tele o película?

Tienes la opción. Por ejemplo, hay ocasiones que mi papá pone música y una película: Le quita el sonido a la película y se queda escuchando The Doors o The Beatles. Es tu momento ¡puedes hacer lo que quieras!

  1. Deja todo junto.

Todo lo que vayas a usar: copas, botella de vino, descorchador, comida. Ya no te muevas, descansa.

  1. Fuera zapatos.

En verdad, nada mas rico que quitar los pies de la tierra (ya lo dijo Frida Kahlo ¿Pies para qué los quiero, si tengo alas?). Y nada mejor para despegar del suelo que quitarnos los zapatos.

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8 cosas a las cuales debes estar listo al tomar vino.

Detalles irónicos que pensamos al tomar vino con alguien que no toma o está acostumbrado a disfrutar de una buena copa de vino.
El primer trago.
Lo más seguro es que no te guste y tengas que esperar al tercero. Ahí verás la diferencia.

El precio.
No vas a entender como es que hay vinos tan caros y otros baratos. Es cuestión de ir probando.

No son dulces.
Muchos vinos más que ser dulces (por la cantidad de azúcar residual que tienen), son vinos con frutales; significa que los aromas frutales se expresan en boca, por lo cual, sentimos la manzana, la pera, la ciruela, el mango, la Sandía y los sentimos más dulces en boca.

En todos lados los venden.
Cuando empiezas a tomar vino te darás cuenta que ya en todas las tiendas encuentras algo de vino, desde una botella que tomaste un día y al siguiente te arrepentiste, hast algo más refinado. Ya no sólo es de boutiques.

Que no sabe mal.
No, en verdad no sabe mal y te has dado cuenta de ello más seguido.

Las copas
¿En serio hay copas para cada vino?

La temperatura.
¿Cómo que la temperatura ambiente de México en primavera no es la misma que Francia en Invierno?

Maridaje.
¿El vino se toma con comida o la comida con vino?

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