Educando el olfato.

Si puedes olerlo, puedes disfrutarlo. 


 
1. Disfruta todo lo que huelas. Todo lo que esta en la naturaleza está para ser reconocido, en muchos casos con todos los sentidos. Acércate y aprecia los aromas.

2. Entiende lo que hay a tu alrededor. No es lo mismo las lilas frescas que marchitas, secas o viejas. En verdad si pones atención, verás un mundo diferente en el consumo de la naturaleza y por ende, del vino.

3. No comas si vas a catar. Una cosa es tener una cena maridaje y por obvias razones, tendrás el aroma a comida en donde estés y otra muy diferente que vayas a conocer un vino y tengas los alimentos tapando el aroma.

4. Disfruta tu vino. Ve clasificando en tu cabeza lo que estás oliendo, reconoce los aromas. Siempre te va ayudar ir haciendo un mapa mental.

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