A los 10 nos libramos del blanco.

Podemos tomar como regla general: a los 10ºC nos libramos de pensar más en el blanco: en algunos casos, se recomienda más o menos calor; sin embargo, nosotros les sugerimos que dejen la temperatura de un vino blanco lo más cercana a los 10º.

¿Por qué?

Es la temperatura en la que la mayoría coinciden.

Como hemos comentado en otras ocasiones, la temperatura de servicio se cuida para que el vino se encuentre en el mejor equilibrio posible.

También les recomendamos revisas las etiquetas del vino, muchas veces vendrá especificado cuál es el mejor momento para ese vino en específico.

¿Cómo revisarlo? Lo mejor es que sea con un termómetro especial para vino, que va dentro de la botella; en caso de tener uno exterior, revisar que la temperatura suele ser dos grados mayor por fuera que el líquido que contiene.

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Al extranjero, habla de comida mexicana.

Tenemos una gastronomía intensa: cada estado y cada pueblo se muestran en su gastronomía.

Entre mexicanos, podríamos hablar de la comida de cada uno de los estados de la República Mexicana: Guadalajara y viene a la mente las tortas ahogadas, de Oaxaca su mezcal y tlayudas –y más, pero dejemos así-, mole poblano, arroz a la veracruzana, las corundas de Michoacán, los tlacoyos del Estado de México; gringas, alambres, atole, champurrado, tamales, chiles en nogada, esquites, tortillas azules, empanadas de camarón, pescado rebosado y más.

Tenemos una gran cantidad de cultura culinaria: así es, una cultura de comida, de hambre, de alimentos; tiene que ver con nuestro presente, con el pasado: cada parte de la comida mexicana tiene un pasado, una historia.

No sólo al estilo “Como agua para chocolate”, sino de las raíces de cada uno se encuentra un platillo, un recuerdo, un sabor. Y como mexicanos la mayoría tiene que ver con chile o limón.

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En verdad, no hay plato mexicano que no tiene relación de uno o de ambos.

Al hablar de la verdadera gastronomía mexicana romperemos el paradigma de que México son chimichangas y tacos de tortilla dorada –que es la versión gringa de lo que nosotros comemos-; hacer a un lado los prejuicios.

Seamos honestos ¿No sabemos lo suficiente de comida italiana, de comida francesa, incluso de Japón o China?

¿Dónde queda nuestra extensa gastronomía? Podemos hacer un similar: la francesa y la mexicana son las únicas protegidas por la UNESCO: es irrompible, es irremplazable. ¿Cómo no estamos compartiendo por todos lados el poder de nuestra comida?

¿En verdad somos nachos y chile con carne?

-Bueno, sí, tenemos platillos de chile con carne, pero no esa versión de picadillo que es realmente ajena a nuestra cultura-.

Incluso los burritos, como realmente se hacen en el norte del País: los verdaderos burritos mexicanos.

Hablemos de comida mexicana al extranjero. Y ¿porqué no? Al mexicano también.

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Y de paso algo de vino mexicano.

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Los 10 mandamientos del WineLover

¿Qué debemos tener cuidado al tener un vino? ¿Cómo nos reconocemos si somos wine lovers?
Respetarás el vino ajeno.
Si a ti te gusta o no, es lo de menos: si ellos llevaron un vino que a esa persona le gusta, respetarás su gusto. No andarás por todos lados adulando lo mejor que es tu vino sobre el de los demás.

 
Tendrás apertura de vino.
Mirarás las opciones que un lugar tiene para ti; tratarás de comprender todo lo que puedas de un vino diferente a “tu vino” o “al favorito”.

 
Aprenderás de vino.
Por placer, gusto o simplemente para presumir: aprender de vino es necesario para ser un Winelover. No nos referimos a ser un experto sommelier enólogo; nos referimos a conocer más de cada uno de los vinos que se te presenten.

 
Con medida y sin exceso.
Cuidar lo que tomas como parte de la vida: una a dos copas al día alargan la vida; no queremos enfermarnos; no se trata de eso.

 
Respetarás la temperatura.
Aunque no sea de manera exacta, sabrás más o menos cuanto tienes que refrescar tu vino o a qué temperatura te gusta beberlo.

 
Nadie sabe todo de vino.
En verdad, no todos son los grandes conocedores del mundo vinícola que a veces parecen o presumen ser. Pueden ser los grandes amantes del vino, pero es un paso muy grande a conocer todo del vino… ¿Han visto las enciclopedias de vino? ¿Se imaginan una sola persona con todo ese conocimiento y aparte lo tenga actualizado a cada cambio?

 
Tus instintos para comprar vino.
Sigue tus instintos para comprar un vino: si quieres hacerlo por lo padre de la etiqueta, por la denominación de origen, por el grado de alcohol, por la recomendación que te dieron, que nada te limite a comprar ese vino.

 
Siempre probar.
Todo vino tiene una posibilidad, está en ti poder darle ese lugar en tu cava y en tu boca.

 
Los consejos no tienen costo.
Ni pedir consejo es pecado, ni darlo es muestra de soberbia. Recuerda que en el dar está el recibir y puede ser una forma de conocer más amigos winelovers.

 
Es un goce.
El vino de pose no sirve. En serio: vayan a su monumento favorito a posar con el vino y verán que realmente para eso no es. Sabe mejor de lo que se ve –y miren que se ve muy bonito-.

 

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Papas rostizadas.

Una buena manera de acompañar platillos como carnes: unas papas rostizadas con parmesano. También sirven como botana para acompañar con un aderezo.

¡Buen provecho!

Ingredientes:

8 papas medianas

3 cucharadas de aceite de oliva

1 cucharadita de sal de ajo

½ cucharadita de sal

2 cucharaditas de paprika

1 cucharadita de pimienta

4 cucharadas de queso Parmesano

 Preparación:

Pon a hervir las papas, media hora a lumbre baja para que se encuentre pre cocidas antes de rostizarlas.

Precalienta el horno a 218ºC. Rocía un molde para hornear con aceite y acomoda las papas dentro (debes cortarlas en cubos chicos o lajas medianas.

En un bowl, mezcla la sal de ajo, la paprika, la sal, la pimienta, la paprika y el queso parmesano rallado.

Sazona las papas con la mezcla y agrega un poco de aceite de oliva.

Revuelve si es necesario para que todas queden impregnadas de la mezcla.

Hornea durante 20 minutos, revuelve con unas pinzas al menos dos veces; saca cuando se encuentren doradas.

Puedes sazonar con sal gruesa.

Sirve caliente.

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El cine y el vino.

¿Te gusta hacer cortometrajes? Rueda con Rueda hace su festival de cortometrajes.
¿Qué hay que hacer?

En la página oficial de Rueda con Rueda se encuentran las bases, así como el formato a llenar.

Lo único que se solicita expresamente, es que durante el cortometraje se use una botella de vino blanco con la Denominación de Origen Rueda: El mismo festival especifica cuales deben ser.

Aceptan videos de todo el mundo y piden que se encuentren subtitulados en inglés, así como castellano en caso de que no sea el idioma usado durante el corto.

La fecha límite es el 6 de octubre a las 12:00, hora peninsular española y el jurado estará compuesto por tres profesionales de medio audiovisual.

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La intensidad de un vino.

Ante el mito que mientras más fuerte sea un vino, a más barrica es mejor, les venimos a desmentir: Un buen vino no depende de eso.

La intensidad de una uva o de su proceso no va a definir si el vino es bueno o es malo, nos va a dar la pauta para mostrarnos diferentes tipos de vino.

Quitaremos también el punto que “el mejor vino es el que te gusta”; vamos a que la calidad de un vino es buena o no.

Hay vinos que tienen mayor complejidad, más tánicos, más fuertes y por lo tanto son robustos: las uvas con estas características son Cabernet sauvignon, tempranillo, Tannat y Syrah. El nebbiolo también entra aquí.

Como podemos ver, son vinos que aguantan mucha barrica: vinos que fácilmente encontramos en el mercado con más de un año en barrica y que su guarda es mayor.


 

Con un nivel de astringencia menor, encontramos la malbec y la garnacha.

De cepas más suaves, con taninos poco pronunciados y que no representan una gran complejidad, se encuentra el pinot noir, la gamay y la sangiovese.

Si nos damos cuenta, sólo hablamos de características del vino: no tiene que ver si es bueno o malo –sería analizar vino por vino-; tampoco tiene que ver con que les guste el vino.

Es más, la sangiovese puede ser una cepa con una gran carga aromática: flores y frutos al mayor, sin tener que ser una cepa muy astringente o que su paso en boca sea muy pronunciado.

-Esto también tiene que ver con la manera en la cual el productor lo elabora-.


 

En el caso de las blancas, el chardonnay y la viogner son cepas con una mayor intensidad que las albariño o el verdejo, por dar un ejemplo; la sauvignon blanc nos dará vinos más ligeros, al igual que la chenin blanc.

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Ordenar el vino.

¿Vas a un restaurante y necesitas sugerencias rápidas? Veamos cuales pueden ser buenas opciones.

  1. Aperitivo.

katamaniacos_morewhitewineEl Chardonnay siempre es la opción; o al menos eso lo hemos convertido. La mayorñia de los aperitivos son sencillos; o incluso en lo que esperas tus alimentos, una copa de blanco puede ser una gran idea y el chardonnay también.

Gamay si es tinto.

¿Quieres algo tinto y no se te ocurre cuál?

Gamé (así se pronuncia, se escribe gamay –y sí, le puedes decir “gamay”-) es un buen vino, con poca tanicidad y de grandes aromas que irá perfecto en lo que esperas tus platillos.

  1. El plato fuerte.

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Piensa bien en lo que vas a querer. Mientras más fuerte el plato, un vino más robusto: de blancos a tintos. Pregunta la recomendación de acuerdo al platillo que vayas a pedir.

  1. El precio.


 

Si lo importante es el precio, revisa primero el costo por copeo y por botella. Si van más de dos personas, suele ser preferible pedir por botella que el copeo. Revisa lo que vaya de acuerdo a los platillos generales o pedir para compartir.

Es mentira que necesitas irte al vino de “en medio” –el que no es tan caro, pero tampoco tan barato-. Ve por el que más te guste, cuidando tu economía.

Extra. Espumante.

Va con casi todo y siempre, lo malo es que les suelen subir el costo más que otros vinos; Evitando carnes, es una gran opción.

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Enrique Olvera: arte culinario como medio para comunicarse

El chef mexicano Enrique Olvera, fundador del Restaurante Pujol, compartió su experiencia en el mundo de la gastronomía con los asistentes al festival Tag CDMX 2016. Además de mostrar algunos de sus platillos favoritos en este negocio, como el mole verde de brócoli, taco de chocolate, escamoles, elote al carbón, entre otros, explicó que lo que más le gusta de su trabajo es el hecho de poder compartir con los demás.

“Hacer cocina es una manera de comunicación, me gusta poder compartir, crear conexiones, esperemos que las recetas de antaño no se queden en la historia y puedan seguir avanzando”, declaró en el Teatro Julio Castillo, del Centro Cultural del Bosque.

“Creemos que la cocina cuando se hace bien, se crea una comunidad, una red relacionada con lo que nos gusta”, agregó Olvera, quien recordó la ocasión cuando Bono, vocalista de la banda U2, visitó su restaurante. Indicó que una pieza fundamental en este trabajo culinario es la experiencia que se le ofrece al público, por lo que no sólo importa que los productos sean de calidad, sino que tengan buen sabor, acompañadas de un buen servicio.


 

Habló del mestizaje de la cultura culinaria, por lo que explicó que “las tortillas lo mexicanizan todo y por eso nos encanta experimentar con el maíz, de la misma manera le tenemos mucho respeto a la tradición con la que se preparaba. “En la época prehispánica se le tenía mucho respeto a los ingredientes y eso justamente es lo que queremos replicar“, añadió el chef, tras invitar a todos a abrir su panorama.

Al preguntarle cómo enfrenta el fracaso, respondió que cuando siente que las cosas van mal, trata de invertir su tiempo en hacer algo productivo, en lugar de pensar en ello. “Soy muy aventado, no me gusta pensar demasiado, prefiero actuar en esta industria de la cocina, que está cambiando“, dijo.

Vía Notimex.

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