Ilustran historia de México a partir de su “Gastronomía”.

Escrito por José N. Iturriaga, el libro “Gastronomía” narra, a partir de un lenguaje e imágenes atractivas, la historia de la cocina en este país, recuperando tradiciones culinarias que van de la época prehispánica a la actual cocina tradicional como patrimonio cultural de la humanidad.

9786073136754El volumen forma parte de la colección “Historia Ilustrada de México”, que coordina el historiador mexicano Enrique Flores Cano, bajo el sello Debate, y que recientemente ha sido presentado al lado de “Mujeres”, de la historiadora Julia Tuñón.

Se trata de un material que invita al lector a emprender un viaje con sus antepasados, en la época prehispánica, cuando se utilizaban ingredientes base como el frijol, el maíz y el chile, empleando herramientas como el metate para moler o rituales sincretistas para la cosecha y buen porvenir.

Pasando por todo un desarrollo y cambios en los diferentes ingredientes y herramientas en las distintas fases históricas por las que ha pasado el país, desde La conquista, la Colonia, la influencia europea, la integración de nuevas culturas en el siglo XX, hasta lo que hoy conocemos como “cocina tradicional”.

Entrevistado al respecto, Iturriaga recordó que la gastronomía mexicana fue la primera cocina del mundo hace casi seis años en recibir el título de Patrimonio Cultural de la humanidad por La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, que por sus siglas en inglés (UNESCO).

Tal distinción es el mayor reconocimiento cultural en el mundo y lo llevó a reflexionar sobre ¿Por qué nuestra cocina tradicional recibió tal mérito?, y ello dio derivó en esta investigación.

Según el autor, existen dos argumentos sólidos que lo llevaron a escribir este libro, el primero; la historia de la gastronomía mexicana, la base que científicamente está comprobado es el maíz, chile y frijol pues fueron domesticados y cultivados hace ocho mil años.

Esto implicó una trilogía alimentaria de que lo mexicano es milenario, lo que resulta impresionante es que hasta hoy siguen siendo eje fundamental de la comida en este país.

El segundo argumento, abundó, es que la comida típica abarca todo y no únicamente en el territorio mexicano sino en los distintos niveles sociales, esto la convierte en gastronomía cotidiana y festiva, desde los más modestos hasta los más ricos comen un buen mole acompañado con arroz a la mexicana.

Lo ya explicado, más la cultura conservada y heredada la convierte en una cocina única a nivel mundial, por ello a partir del fenómeno cultural este libro explica en forma cronológica, el encuentro de los dos mundos, lo que hoy en día la convierte en una cocina mestiza.

Para la creación de este libro, dijo el autor con más de 40 años de experiencia en la investigación acerca de temas relacionados con gastronomía e historia de México, le tomó un año reprocesar la información y añadir investigaciones nuevas, que dieron como resultado: “Gastronomía”.

Su aporte, expuso, fue desarrollar de manera sistemática la importancia cultural de nuestra cocina, así, la persona que lea este libro podrá tener más clara la trascendencia de los valores dentro de la cocina mexicana.

El volumen, que no tiene carácter de recetario, es recomendado para cualquier lector interesado en la historia gastronómica del país.

Actualmente José N. Iturriaga se encuentra trabajando en el texto para un libro ilustrado de la fotógrafa alemana Candida Höfer, de igual forma escribe una novela histórica sobre el viaje que hizo a México el escritor Graham Greene (1994-1991) en 1938.

Vía Notimex.

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El palo cortado.

México: tan bello y mágico que hablar de “palo cortado” sin albur suena a un reto que vamos a cumplir.

Ya hemos hablado de la magia de los vinos de Jerez-Xérès-Sherry (sí, esa es toda la Denominación de origen). De cualquier manera, aquí les dejamos la información.

Pues bien, dentro de ese mundo extenso de Jerez, viene el Palo Cortado.

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¿Qué es?

Vinos generosos provenientes de mosto de palomino extremadamente fino, con un 15% vol. E identificados con un “palo” o raya oblicua.

Al término de una primer crianza, que se le conoce como Sobretabla, los catadores constatan si cumple con características necesarias, determinando si son potenciales Palos Cortados.

Son vinos especiales, definidos por el mismo Consejo Regulador de su Denominación de Origen, esto en palabras de Consultorio de Vinos.

Un Jerez excepcionalmente raro, obtenido mediante crianza oxidativa de mostos muy finos, que combina la nariz punzante de los Amontillados con la rotundidad en boca de los Olorosos.

¿Cómo debe ser un Palo Cortado?

Son vinos que su color debe ser castaño a caoba, los aromas tienen una gran variedad de matices, que van con cítricas como la naranja amarga, algo láctico de mantequilla fermentada. También se encuentran las bases de cáscara de avellanas, nuez tostada, algunos vegetales, balsámicos y tabacos.

¿Sabías Qué?

El origen de las soleras de Palo Cortado es siempre muy antiguo; proceden de aquellos tiempos en los que los vinos fermentaban en botas y en los que por tanto había múltiples variables enológicas que provocaban sutiles diferencias entre vinos de la misma cosecha.

Hoy en día los capataces siguen seleccionando vinos jóvenes muy especiales y delicados para nutrir esas antiguas soleras y mantener el carácter especial de los Palos Cortados.


katamaniacos_quesitosMaridajes.

Puede acompañarse de algunos frutos secos, quesos curados y, en la mesa, de consomés bien concentrados, guisos o carnes como carrillada.

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Carne marinada al vino tinto.

Una comida deliciosa para una sorpresa, por cariño o por antojo.

Ingredientes:

800 gms de lomo de res.

1 botella de vino tinto

1 ramita de romero fresco

1 cebolla blanca picada

1 diente de ajo picado

2 pimientas gordas troceadas

Aceite de oliva

4 zanahorias cortadas en 4

1 taza de champiñón

1 cdita de mantequilla

Sal y pimienta al gusto

Preparación.

Cortar la cebolla y el ajo lo más finamente posible.

Mezclar el vino tinto con el romero y la pimienta, el ajo y la cebolla.

Agrega la carne y deja marinar al menos 2 horas en refrigeración.

En un recipiente para horno, pon la carne con la mezcla marinada, agrega las zanahorias y los champiñones, la sal y la pimienta.

Cierra con papel aluminio y mete al horno por unos 45 minutos y revisa si falta cocción, sal o humedad.

En caso de que la carne se esté reseca, agrega una mezcla de agua con vino (1 taza 1:1).

Acompaña con puré de papa.

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Que el vino mexicano sea considerado “alimento”.

¿A qué se refiere?

A que por medio de firmas de la página Change.org se pueda cambiar el vino de mesa mexicano y legalmente sea considerado un alimento para reducir (IEPS e IVA).

Esta idea, es apartidista, comentan; que apoyan el desarrollo de la industria vitivinícola y la promoción de la cultura gastronómica nacional.

Les recordamos que hace un año Enrique Peña Nieto, Presidente de México lanzó la Política De Fomento A La Gastronomía Nacional, donde de momento, sólo se ha hablado de ayuda a la Secretaría de Turismo, dado que el vino no aparece en la política, que se implementará desde el 2014 hasta el 2018.

¿Será una buena idea tratar desde la ciudadanía de mover ámbitos vinícolas si no se encuentran otras maneras?

Aquí la página para juntar firmas.

También quienes lanzan esta campaña sería bueno explicaran cada una de las partes que buscan lograr con esta iniciativa (vinos, tipos de vino, grado de alcohol, cepas, regiones o limitaciones).

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Llenar la copa.

Como sabemos -o no-, la copa sólo debe llenarse a una capacidad. A muchos no les importa y la llenan a tope; la realidad es que esto tiene una razón de ser: la temperatura.
A menos que se tomen rapidísimo la copa -lo cual es lo menos recomendable-, la copa cambiará su temperatura de servicio ideal; es por ello, que no debe servirse ni muy llena ni muy vacía -Ajá, eso no pasa-.
Les dejamos aquí donde mejor se debe acomodar el vino.
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Errores de cine y TV. P.II

Ya vimos los errores en el caso de la champagne o espumosos. Ahora vamos directo con los vinos tintos y blancos. Los errores son muy parecidos. Ya sabemos que mucho de ello es ficción y normalmente las bebidas que consumen los actores no son vino realmente; sin embargo, para muchas personas son punto de ejemplo (nos ha pasado que las personas comentan que “así lo vieron en la Tele”).

Ok.
Estos son errores comunes del vino tinto y blanco que podemos encontrar.

Empezamos con agarrar la copa.

Ya van muchas veces que lo decimos y las personas siguen alegando que “la copa se agarra de donde se prefiere”. Y no; mejor déjenla en la mesa. Si les gusta estar agarrando una copa, mejor que sea un Whiskey o Cognac; a ese no le hace daño la temperatura de la manera en que a un vino: este va a perder propiedades.

Otra cosa, a veces las copas son tan delgadas (mientras más finas), que es mas fácil que el pulso, con un poco de alcohol, cambie y lo rompamos en la mano. Nada lindo, en serio.

Entonces dejen de poner de esa excusa, de favor: recuerden que pueden ser copas de utilería y lo más seguro es que no sea vino realmente.

Tomar de la botella.

Escenas de amor, desamor o problemas y hay una botella de vino que es consumida desde su envase. No hagan eso. Sólo van a lograr desperdiciar un vino y sentir el alcohol.
Si su idea es emborracharse, puede que de esta manera lo logren: pero no van a beber realmente el vino, sólo consumir el alcohol.

Servir al aire.
En caso de que estemos en un reaturante, no es necesario levantar la copa de la mesa para el servicio del vino; es peligroso, puede haber un accidente, desde ensuciarnos hasta romper la botella o la copa.
Es una cuestión a evitar: no hay prisa, el vino se toma con calma.

En caso de que estén de pie o algo por el estilo, puede ser más viable: reuniones, fiestas en casa; sin embargo, lo mejor es ponerlas en firme para hacer el servicio.

Animales y bebidas.
No sólo vino, sino otras bebidas alcohólicas. Dejen de hacerlo y pensar que es gracioso. Es cruel, el alcohol no va con las mascotas. Nunca.

La facilidad de romper una botella.
Romper una botella no es fácil (se los dice alguien que ha tirado algunas en su paso por la vida); vacías o llenas no es tan sencillo que se rompan; pero igual, no lo hagan.

“No emborracha”.
Los personajes toman de una a dos botellas y al día siguiente van a trabajar. Así no es la vida. Lamentamos decirles que aunque tiene grados de alcohol –relativamente- bajos, si emborracha y sí da resaca (y no sólo la moral).

Da Estatus:
Ni los hace más o menos o mejores o peores tomar una copa de vino. Sólo los hace alguien que toma vino. No lo olviden.

Último.
Sí, el vino es una bebida considerada como afrodisiaca; pero la expectativa a veces no es lo que ocurre en realidad.
Expectativa:

Realidad:

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La falsedad de una acidez.

Leer que un vino es malo cuando está muy ácido nos da urticaria. Muchas personas desprecian vinos por esos malos consejos. Que un vino tenga una mayor acidez no es malo.

 
Es más, algunos productores, enólogos y bodegas lo presumen: “su vivaz acidez”; puede que sea lo que se quiere resaltar del vino y tener un nivel superior a otros o sea la característica que quiera rescatar (más que si es tánico o el alcohol).
Es más, la acidez es necesaria cuando se va a tener un vino en guarda; si no tiene un buen nivel, es complicado poder tener un buen cuidado del vino a la larga (además de las especificaciones necesarias).

La acidez es lo que da “frescor” al vino.

Puede pasar que tenga un sabor avinagrado: ese vino ya no se encuentra en buen estado. Y no sólo eso, la acidez es mayor.
Algunos vinos tienen eso como característica, en otros pocos es defecto.
En caso de duda, San Google siempre puede ayudar a averiguar si el vino es “chispeante en su acidez” o es defecto esa sensación acida.
También donde lo compres puedes preguntar, muchas veces encontrarás la respuesta, sobre todo si es restaurante o una tienda especializada.

La acidez en boca se siente al salivar.

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Waffles de regalo

Es el día del padre y queremos algo especial, esta es la solución para un regalo delicioso. ¡Iniciando la mañana con algo exquisito!

Ingredientes:

2 tazas de harina

2 cucharadas de polvo de hornear

½ cucharadita de sal

2 cucharadas de azúcar

2 tazas de leche

2 huevos

1 cucharada (generosa) de mantequilla derretida

Preparación:

Separa las claras de huevo de las yemas. Bate las claras a punto nieve y resérvalas a un lado.

Mezcla la leche, la mantequilla derretida, el azúcar y las yemas de huevo en un recipiente mediano. Bate hasta que el azúcar se disuelva bien.

Coloca todos los ingredientes secos (harina, polvo de hornear y sal) en un recipiente grande, y agrégale los ingredientes mojados que recién mezclaste.

Mezcla bien todos los ingredientes, hasta que la masa no tenga grumos.

Con una cuchara de madera y movimientos envolventes, mezcla las claras a punto nieve que habías reservado con la masa.

Poner porciones de la masa en la Wafflera entre 2 o 3 minutos o el tiempo que indique.

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¿Por qué el mejor vino es qué me gusta pero eso no lo hace bueno?

Tenemos la idea de que el mejor vino es que el que nos gusta; y así lo gritamos a los 4 vientos al ser contradecidos sobre nuestros gustos: ¡A mi me gusta y lo demás no me importa, y si me gusta, por ende es buen vino!

Es una controversia aceptable. Lo que busca todo mundo es un mayor consumo de vino correspondiente a la salud: sin exceso y sin caer en provocación, dar una buena copa de vino de vez en cuando, una vez al día es una opción bastante viable para muchos.

Sin embargo, caer en la provocación que por ello es un buen vino… No.

Los buenos vinos deben tener características por los cuales medirlos. ¿Qué cuáles son?
El cumplimiento de la dichosa “Ficha de cata”.

La ficha de cata es el “sermón” que dan los sommeliers al hablar de un vino y se divide en tres partes, la visual, la olfativa y la gustativa. Después se dan las conclusiones del vino: si cumple o no.
De esta forma vamos a saber si un vino es bueno.
Es verdad que el mejor para ti es el que te gusta, sin importar más: si tiene premios, si un sommelier lo dice, si te lo recomiendan o todo mundo te dice que es bueno o malo no tiene que ver con que consumas un vino.

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