¡Ahora sí, a darle a la copita diaria!

Durante los últimos 20 años se han llevado investigaciones del lado bueno de consumir vino; especialmente el tinto. El vino es una bebida fermentada que es rica en antioxidantes, taninos, polifenoles y flavonoides que funcionan como antioxidantes contra las moléculas conocidas como radicales libres.

1. Más jóvenes.
Por los antioxidantes que contiene el vino, ayuda a nuestro organismo a frenar el deterioro de las células. Esto significa que detiene el envejecimiento. ¡Salud!

2. Linda boca.
También contiene polifenoles, que son antioxidantes naturales, que logra que la flora bacteriana que se aloja en dientes y encías crezca de manera más lenta.

3. Mejor memoria.
De acuerdo con un estudio en la Universidad de Berlín, las personas que habían tomado Reverastrol, un antioxidante que se encuentra en el vino tinto, consiguen mayores conexiones cerebrales en pruebas de memoria.

4. No al Alzheimer.
Los mismos antioxidantes son claves para frenar y combatir el Alzheimer.

5. Hombres contra el cáncer.
La Universidad de Carolina del Sur publicó que las personas que tomaban una copa de vino tinto al día tenían 25% menos de riesgo de padecer cáncer de próstata-

6. Buena visión.
También inhibe el crecimiento de vasos sanguíneos asociados a enfermedades oculares.

7. Bajando de peso.
Diferentes estudios demuestran que ayuda al metabolismo. Una copa al día hace la diferencia en nuestra dieta y estilo de vida, sobre todo para personas más sedentarias.

8. Hipertensión fuera.
El consumo diario y moderado ayuda a prevenir la hipertensión en hombres con riesgo a enfermedad cardiaca. Claro, de preferencia vino sin alcohol y siempre de manera moderada.

9. Corazón fuerte.
El beber vino tinto con moderación disminuye la probabilidad de padecer cardiopatías.

10. Piel bonita.
Ayuda a disminuir los daños provocados por el sol, así como a la renovación de células.