1- Oler más.
Si siempre que vas a una cata los vinos huelen a cacao, chocolate, tabaco, hojas de menta, frambuesas, sigue con esos aromas: en ocasión que puedas en mercados, supermercados, tiendas, revisa esos aromas y amplía tu horizonte olfativo.
2- A ciegas.
Con amigos puedes “jugar” con aromas. Ten una lista de aromas que necesitas, te gustan o quieres y reforzarlo. El que adivine más olores, gana una botella.
3- Mas catas.
Ve a más eventos, distingue el vino de manera mental y anota los aromas que te llegan.
4- Diferentes aromas.
Busca aromas que no has encontrado ¿a qué huele una jacaranda fresca, un narciso seco, la cáscara de naranja?
5- Evita olores desagradables.
No necesitas saber a qué huele la basura, ni desmenuzar esos aromas de manera mental. Este es el tipo de aromas que puedes evitar: un paño húmedo (si estas en la calle, toallitas húmedas serán tus aliadas) o simplemente taparse la nariz con la blusa/playera/camisa.
Extra: trata de mantener limpia la nariz; de vez en cuando ve al otorrinolaringólogo y que vea si es necesario lavar de manera especial la nariz, como con agua con sal.