El detalle se encuentra en el corcho. Que nos va a dar detalles del vino (que necesitarán confirmación); pero no nos hablará de la calidad del producto.
Sí, al abrir el vino lo primero que hacemos es oler el corcho: “bueno, muy bueno”, he escuchado a algunos decir tras oler el corcho. ¿Qué es lo qué encuentran en él? Que los aromas impregnados en este corcho se encuentren en buen estado, no significa que el vino sea “bueno”.
Sin embargo, a la inversa si aplica: si encontramos que el corcho se encuentra en mal estado, es probable o seguro que el vino no esté bien.
¿Por qué medimos la calidad de un vino por un corcho?
De alguna manera se quedó de costumbre para muchas persoans revisar el corcho para verificar la calidad del vino.
¿Qué revisar realmente en el corcho?
- Que cubra bien la botella. Si está bien cerrado el vino, se encuentra en buen estado.
- Que no esté “chorreado”; puede que le faltó humedad, se hizo más pequeño y se corrió el vino de un extremo al otro.
- Que no esté “grumoso”. Al momento de sacar el corcho, no debe estar suelo o hacerse moronas (o tuvo una mala guarda o tiene demasiado tiempo).
En caso de que esto ocurra, revisa el vino; puede que no se encuentre en buen estado.