Uno de los grandes errores que cometemos al abrir una botella de vino tiene que ver con el servicio: ¿Cuándo y como abrir una botella de vino?
No queremos volver a la parte elitista donde sólo se toma en ciertas ocasiones; sin embargo, como un buen producto, debemos tener algunas reglas de manera previa para consumir una botella.
- Sólo vinos de consumo pronto.
Si vamos a llevar de la bodega a la mesa de manera inmediata, debe ser vino de consumo habitual, los que solemos tomar y que sabemos tienen como fin ser descorchados al momento: no vamos a poner grandes vinos de un momento a otro.
- Los grandes vinos llevan su proceso.
Si sabemos que han estado de manera horizontal, lo necesario es que poco a poco lo pongamos boca abajo: mínimo dos día antes de consumirlo poner de pie la botella, pues si hay sedimentos, será más sencillo evitarlos o decantarlos que si se encuentran en la boca o cuello de la botella.
- Temperatura.
En algunos casos es necesario cambiar la temperatura del vino: enfriar o templar y por lo cual, revisaremos como se siente: Recordemos también que es más fácil subir la temperatura que bajarla una vez en copa.
- Aire.
Algunos vinos necesitan respirar: piensa en grandes vinos como tempranillos, cabernet sauvignon, tannats que necesitan darles –literal- un respiro antes de tomarlos. Más tiempo mientras más estén en la botella.
Por dar un ejemplo, en una ocasión nos dijeron que un Super Toscano o un Barolo merece al menos 3 o 4 horas sin corcho; decantando y aireando no más de 5 minutos.
Todos los vinos necesitan esto: nadie inicia el día apenas levantado de cama, ningún vino abre enseguida de la botella.