Entre comer y beber; entre catar y degustar hay una diferencia. La cata, por definición es la operación de analizar y apreciar los caracteres organolépticos de un producto; con esto nos referimos, especialmente a las características olfativas y degustativas de un producto.
Al probar, cuando lo comemos o lo bebemos, podemos hacerlo simplemente ingiriendo. ¿Se han preguntado cómo es que hay gente que coma de todo, aunque no sepa rico y muchas veces, ni siquiera le toma sabor? Va por aquí el asunto: no estamos siendo consientes de lo que ingerimos.
En cambio, catar en sí, es un acto voluntario donde vemos qué es lo que nos agrada o no de la comida o bebida frente a nosotros.