Para empezar, entendamos qué son éstos y ¿por qué resultan polémicos?
Los sulfitos o anhídrido sulfuroso, son basados en azufre.
Son producidos en pequeña cantidades de forma natural durante la fermentación del vino, estando presente en todos los vinos y solo en pequeñas cantidades, posteriormente se añadirán más sulfitos para inhibir el crecimiento de levaduras y bacterias; actúan como barrera entre el mosto y el oxigeno y de esta forma garantizan la correcta conservación del vino.
Algunas personas resultan sensibles a los sulfitos produciéndoles reacciones negativas en la salud; las reacciones más comunes son: dolor de cabeza, alergias y se recomida para aquellas personas que padecen de asma, no ingieran vinos con sulfitos.
Loa vinos que se comercializan en EUA que contengan más de 10mg de azufre por cada litro de vino, deben mostrar por requerimiento, la leyenda en la etiqueta “Contiene sulfitos”
El exceso de sulfitos empeora la calidad del vino y provoca pérdida de color.