Existe la falsa creencia de que el vino rosado es una mezcla de blanco y tinto, que catalogamos de mala calidad. Dicha mezcla está prohibida en muchos países, solo para proteger y mantener la tipicidad de los vinos rosados naturales. Dicha mezcla o coupage, se usa en Francia exclusivamente para elaborar la cuvée o vino base del espumoso champagne rosé, práctica utilizada mundialmente en la elaboración de los elegantes y finos espumosos rosados.
Un vino rosado es como un tinto pero elaborado con una maceración muy corta; luego del despalillado, se dejan las uvas en contacto con el mosto por unas quince a veinte horas, a unos 10° c (maceración pelicular), para que desprenda pigmentos ligeros, finos precursores de aromas y suaves taninos; obteniéndose el color, olor y gusto característicos. Luego se separa el mosto, se prensa la uva, y ambos mostos, gota y prensa, se unen y se fermenta solo como si fuera un blanco.
La nota completa por Guillermo Vargas en el nacional.