No queremos aleccionar a nadie, pero es una buena idea acercar a más personas al mundo del vino; casi siempre funciona.
Lo primero que vamos a hacer es conocer el objetivo: ese amigo con el que siempre nos juntamos y con quien solemos cenar o comer: el punto es que hay comida de por medio. O las salidas casuales de los jueves-sábados y con quien compartimos un trago.
Teniendo el target en cuenta, vamos a ver las siguientes posibilidades.
Invita de tu copa.
Para que pruebe algo, lo que te gusta. ¿Cómo va a entender tu gusto si no lo acercas? No se trata de presionar, sino de invitar para que vean como es o a que sabe.
Toma en cuenta sus gustos.
Si ya sabes qué come, que suele tomar, busca algo que vaya concorde a eso: Si es de mariscos, piensa en un blanco o algo más joven; si van por pizza, comen tacos o son cuestiones por el estilo, acércalo sin espantarlo al respecto.
No lo que te gusta le va a gustar.
Conoce a la presa. Si él gusta de cervezas claras… ¿para qué le das vino tinto? Mira las posibles similitudes que él puede conocer.
Coctelería como iniciador.
Prueba los diferentes cocteles con vino que él puede intentar: Kir Royal, Sangría, clericot, mimosas para acercar a las personas al vino.
Entiende el no.
También es válido que no le guste… y siga sin gustarle. No presiones cuestiones ajenas.