Imagina que tienes un viñedo y se te olvidó hacer tu vendimia. Así como suena: que no pensaste que fuera a hacer el frío, el cambio climático o tuvieras problemas al cosechar.

Imagina que no te importe y aún así, sigues la chamba y decides hacer el vino: sigues el proceso y haces el vino con lo que tienes de uva.

Ahora, date cuenta que haz revolucionado la industria y creaste el ice wine.

El vino de hielo tiene una historia similar. Aunque no se tiene indicación precisa, desde hace tiempo, algunos cientos de años y archivos de que se llevó a cabo la creación de vino en la época romana, aún cuando no sabemos bien su proceso o método.

De acuerdo a registros, se cree que en Alemania nació el “primer vino” de hielo moderno, en Rheinhessen.

Los vinos de cosechas heladas son más dulces, pues se congela el agua y se condensan los azúcares.

Son pocas las añadas que se han pasado para estos vinos, de hecho se produce en menor cantidad que otros vinos por todas las condiciones que requieren.

Conclusión: Hasta de un mal momento, se puede hacer un buen vino.