¿Propina o no propina?
Ese día decides ir a comer a un lugar recomendado: incluso haces tu reservación y llegas. La hostess, por alguna razón no muestra siquiera una sonrisa (antes que levanten pestañas, les recuerdo que ese es su trabajo, sonreír y llevarte a la mesa, es la imagen que te están dando del lugar). Y tu mesero igual, no muy agradable: no tomó bien la orden e incluso se enojó cuando le pediste que cambiara el error.
O no, vas a un bar, te dan la mesa rápido, te dejan sentarte muy a gusto, tu mesera es amable; piden y haces cuentas: van a ser 350.00.
En el primer caso te llevan la cuenta y en el instante de preguntar “¿su cuenta cerrada, señor? Y dices que sí, ves como vuelve a fruncir el ceño.
Para el segundo caso, la cuenta llega más: 400.00 ¿Qué? ¿Dónde? ¿Qué más se pidió?
Resulta que te están cobrando el servicio y aún alegan “es el 20% señor, la cerramos”.
De acuerdo con la Ley Federal de Protección al Consumidor (ojo, es Federal, para que no les digan que “esa aquí no aplica”.
Y no, deben alegarte nada: si no la quieres dar, no tienes porqué.
Ya, sabemos que suena a Mr. Pink y muchos incluso toman a mal este comentario, pero no es obligatorio y depende de cada quien, aunque se recomienda entre en 10% al 20% de tu cuenta.
En ningún lugar te pueden obligar a pagar la propina.
También somos consientes que muchos meseros hacen correctamente su trabajo y por lo cual merecen una gratificación extra, pero esto debe ser por parte del consumidor, no se puede para a alguien en la puerta de un lugar por no pagarla.
Sugerencia: para un mal servicio, independientemente de no dejar propina, poner una queja con el responsable del lugar y dar la razón de no darla, eso les ayudará a saber que alguna persona no está haciendo bien su trabajo.
Un servicio regular: Tuviste que cazar a tu mesero, le pedías las cosas y estaba corriendo de un lado a otro (que tampoco es justificación, vamos de nuevo, si vas a un lugar es por la comida y el servicio; si no te lo están dando, es el lugar, no el mesero quien debe disculparse por no tener el personal calificado ni suficiente para atender), sugerimos de un 5% a un 10%.
El servicio fue bueno, pero sabes que pudo ser mejor: La mesera sólo se acercaba cuando lo solicitabas, tardaron en quitar los platos, pero se mostraba cordial; detalles así. Puede ser entre el 10% y el 15%.
No tienes quejas de la atención: el hostess, la mesera y la limpieza lo valían, había amabilidad y respeto sin llegar al acoso de ¿más agua? interrumpiendo cada 5 minutos la plática: Hasta el 20%.
En caso de que el lugar no quiera hacer válida la Ley Federal, puedes comunicarte a la línea del Consumidor: 5568 8722 en el Distrito Federal y área metropolitana, o al 01 800 468 8722.
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1,200 años de historia lo respaldan. Fue fundada como un monasterio Benedictino, abadía que se convirtió en un punto focal de la viticultura. Tiene una biblioteca subterránea. Este lugar fue destruido por la guerra en 1525 y reconstruído en 1525, de dónde inicia su historia.
La bodega innovó. En el año 1872 Josep Raventós se convierte en el pionero y creador del cava. En 1872 elaboró las primeras botellas de vino espumoso utilizando el método tradicional y en 1976 sus cavas son nombradas Monumento Histórico Artístico Nacional por el Rey Don Juan Carlos I. Una obra clave del modernismo catalán.
Conocedor de guerras, La Hacienda de San Lorenzo presenció la Guerra de Independencia y la Revolución. De dueño en dueño, los últimos 100 años ha permanecido con la misma familia.
