La zona de Cananea y Naco cuenta con las condiciones para producir, en alta calidad, la preciada bebida.
Sonora puede llegar a ser el principal estado vitivinícola de México y con esa finalidad se ha iniciado en el noreste del estado un proyecto de cultivo de vid y producción de vino, con potencial para cultivar hasta 100 mil hectáreas.
La Fundación Sonora impulsa este proyecto, una vez que vio la oportunidad de incursionar en el negocio debido promisorio futuro que ofrece el mercado vitivinícola en el país.
En México se consumen 0.5 litros de vino por persona al año, mientras que en Francia rebasa los 50 litros. La tendencia es favorable y alcanza tasas de crecimiento del 10 por ciento anual, informa Notimex.
Especialistas del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) han desarrollado un plan desde el 2008.
Luego del estudio de suelos y climas de Sonora, se determinó que la zona de Cananea y Naco, ubicada al noreste del estado, presenta condiciones muy favorables para la producción de vinos de alta calidad.
Estos resultados se están confirmando por medio de una plantación experimental instalada en 2011 y un viñedo a escala comercial en 2013 por una empresa vitivinícola en 20 hectáreas para generar 20 variedades, en las inmediaciones de Cananea.
El director ejecutivo de la Fundación Sonora, Carlos Moreno Falcón, indicó que el mencionado viñedo tendrá la primera vinificación y producción comercial de vino cien por ciento sonorense y mexicano.
Explicó que la producción total de éste, que es el primer viñedo, será de 115 toneladas para generar alrededor de 90 mil botellas de 12 variedades de uva para vinos, entre las que destacan Malbec, Chardonay, Cariñan, Garnacha, Syrah y Camermere, entre otras.
“Desde el inicio de este proyecto se buscan metas muy altas, puesto que nos pusimos como objetivo ser el mejor vino de México, lo cual puede ser ofensivo en otras latitudes de nuestro país, en ese sentido estamos por un buen camino”, dijo.
El Valle de Guadalupe, Baja California, es en la actualidad la principal área vitivinícola de México, con una extensión de seis mil hectáreas y unas tres mil 500 unidades de superficie en producción, indicó.
“Creemos que tenemos una potencialidad alta, pero lo que tenemos que hacer ahora es crearnos una historia en el vino, tenemos todos los elementos para hacerlo”, externó.
Mucha historia
Refirió que el enfoque del mercado está proyectado hacia lo nacional, sin embargo por la cercanía con Estados Unidos se piensa en la exportación no tradicional, porque la idea es formar una ruta del vino binacional con el vecino estado de Arizona.
Se cuenta con elementos para ello como es la ciudad de Cananea, cuna de la Revolución Mexicana, además es el punto final de la ruta del río Sonora y está cerca de la Misión de Cocóspera, por lo que hay mucha historia para contar, añadió.
Anotó que la Comisión de Fomento al Turismo (Cofetur) ha venido trabajando desde el 2008 en la creación de una ruta turística en torno a la actividad vitivinícola y empieza a convertirse en un hecho tangible con la construcción de la Casa del Vino.
Por su parte, el coordinador de Proyectos de la Fundación Sonora, Gustavo Susarrey Galaviz, refirió que se trabaja en la creación de la Estación Vitivinícola y Enológica del Noroeste (EVENO), una institución de investigación aplicada.
Expuso que la EVENO se dedicará a darle soporte a la industria vitivinícola para desarrollarla desde el punto de vista técnico y financiero, para darles soporte a las nuevas empresas que se vayan creando.
1,200 años de historia lo respaldan. Fue fundada como un monasterio Benedictino, abadía que se convirtió en un punto focal de la viticultura. Tiene una biblioteca subterránea. Este lugar fue destruido por la guerra en 1525 y reconstruído en 1525, de dónde inicia su historia.
La bodega innovó. En el año 1872 Josep Raventós se convierte en el pionero y creador del cava. En 1872 elaboró las primeras botellas de vino espumoso utilizando el método tradicional y en 1976 sus cavas son nombradas Monumento Histórico Artístico Nacional por el Rey Don Juan Carlos I. Una obra clave del modernismo catalán.
Conocedor de guerras, La Hacienda de San Lorenzo presenció la Guerra de Independencia y la Revolución. De dueño en dueño, los últimos 100 años ha permanecido con la misma familia.
