El vino también es una opción en coctelería.
Durante el Corredor Cultural Roma Condesa se llevó a cabo un taller de coctelería con vinos Dadá de Finca Las Moras en Cirene.
La dinámica consistía en la preparación de 4 cocteles (3 fríos y 1 caliente) donde los invitados podían preparar cada una de las bebidas.
A cargo del mixólogo Erik Morales que se encargó de hacer bebidas personalizadas para cada uno de los vinos, se prepararon por grupos de 5 personas cocteles con vino.
¿Están listos para la coctelería de vino?
La mayoría de las personas sorprendidas comentaban sobre hacer cocteles con vino, ¿es válido? La realidad es que sí. Es algo diferente; sin embargo vinos Dadá nos lo permiten sin problema.
Dadá Receta 1:
Frambuesas, controy, jugo de naranja natural y hielo.
Dadá 2:
Licor de Cassis, splash de jugo de arándano, zarzamoras y hielo.
Agua caliente con chocolate y dadá 2.
Para el dadá 3: Jengibre, jarabe natural, rama de canela y cardamomo molido.
Fresas al vino tinto.
Ingredientes:
1/2 Kg de Fresas
6 Cucharadas de Azúcar
El zumo de 1 naranja y su piel
1/2 l de vino tinto
1 Rama de canela
Procedimiento:
Dejamos macerar las fresas limpias con azúcar y el jugo de naranja, máximo una hora.
Después de ese tiempo ponemos en un cazo el caldo, la piel de la naranja y la rama de canela, ponemos a hervir con el vino hasta reducir; se cuela.
Se congelan las fresas y se baña con la mezcla en frío.
Macarrones a los 5 quesos con Dadá
Pie de limón.
En estas fechas, un delicioso postre para cambiar la tradición y llevar algo diferente. La receta se ve larga e incluso un poco cansada; sin embargo, al hacerla se darán cuenta que es fácil y podrán preparar otras cosas en lo que está la masa o mientras se hornea, es rápido y muy delicioso.
Ingredientes:
Para la masa:
2 tazas o aprox. 225 gramos de harina
1 pizca de sal
1 taza o aprox. 125 gramos de mantequilla muy fría sin sal
1 yema de huevo
3-4 cucharadas de agua o leche helada, de preferencia en una botellita con atomizador
Para el relleno:
2 tarros de leche condensada
5 yemas
1/2 taza de jugo de limón*
Para el merengue:
6 claras
1 pizca de sal
3/4 cucharadita de cremor tártaro (opcional)
3/4 de taza de azúcar
Preparación:
- Es súper importante que la mantequilla esté bien fría. Si la sientes un poco blandita métela a congelar por 10-15 minutos. Si se derrite durante la preparación, la masa no saldrá tan rica y vas a tener problemas para estirarla.
- Coloca harina y sal en un recipiente grande y pon la mantequilla fría, cortada en cubitos (del tamaño de un dado) en el centro. Usando un “estribo” o dos cuchillos limpios, “corta” la mantequilla mezclando con la harina hasta que tenga apariencia de pan molido. También puedes usar los dedos, pero primero pon las manos en agua bien fría para no derretir la mantequilla.
- Agrega la yema de huevo y sigue cortando hasta que se mezcle bien.
Agrega el huevo
- Si tuvieses a mano una botellita con atomizador limpio, coloca la leche o el agua fría adentro y humedece un poquito la mezcla de harina. Si no tuvieses una botella así, salpica la leche o agua con los dedos. La idea es formar la masa usando la menor cantidad posible de líquido, para que quede más ligera y suave. Amasa ligeramente y continua agregando líquido sólo hasta que al apretar la masa, se quede pegada. Aún no la vas a poder estirar, pero unos minutos en la refrigeradora terminarán de hacer el trabajo.
Agrega el agua
Si leíste mi post del queque de plátano sabrás que si se desarrolla demasiado el gluten presente en la harina, el resultado es medio duro y chicloso (lo cual no es malo si estás haciendo pan crocante, pero en queques, muffins y pies no es lo más apetecible). Además la harina se va a seguir humedeciendo conforme pase el tiempo y eso es lo que vamos a usar en este caso.
- Coloca la masa -que por el momento no va a parecer una masa sino un montón de pedazos de harina y mantequilla que se caen y vas a estar preguntándote… Verónica,¿ estás segura de esto?- en una bolsa de plástico, un poco más grande que el molde que vayan a usar.
Vierte la “masa” en una bolsa
- Aprieta la masa dentro de la bolsa hasta formar un disco, cierra la bolsa (si no es de las que tienen cierre, hazle un nudo que luego puedas desatar sin romper la bolsa) y métela a la refrigeradora por 30 minutos. ¡No te saltes este paso!
Forma un disco de masa dentro de la bolsa
- Mientras la masa se enfría, separa el resto de las yemas y claras. Recuerda colocar las claras en un recipiente limpio y sin ningún rastro de yema para que no tengas problemas al preparar el merengue.
- Coloca la leche condensada en un recipiente y agrega las yemas una por una. Mezcla bien después de cada adición. Agrega poco a poco el jugo de limón. La mezcla se va a espesar y terminar con una consistencia casi como de yogur líquido.
Mezcla la leche condensada con las yemas y el jugo de limón
- Al pasar la media hora, saca la bolsa con la masa de la refrigeradora. Abre la bolsa, saca la masa y espolvoréala con un poco de harina por ambos lados. Corta la bolsa de modo que te quede un “tubo”. O sea, si es una de esas bolsas con cierre, corta los dos lados, así tanto la base como el “cierre” quedan intactos. Si es una bolsa común y silvestre, corta la base, de modo que ambos lados queden intactos. Coloca el disco de masa, enharinado, dentro de este “tubo” y estíralo con un rodillo hasta que casi se empiece a escapar por los lados. Te va a quedar entre redondo y cuadrado. Una vez estirada la masa, abre el “cierre” o corta un lado de la bolsa para poder abrirla sin malograr todo el trabajo. Usando la bolsa para levantar la masa, voltéala sobre el molde y presiona bien para cubrir toda la superficie. Corta cualquier pedazo sobrante y úsalo para tapar los huecos que hayan podido quedar por ahí.
Estira la masa
- Ahora… esta es la parte donde los gustos cambian. Hay gente a la que le gusta una corteza crocante en la base y a otras personas les gusta que esté crocante en los costados pero suave en la base. Si te gusta la base suave (o no tienes tiempo y quieres terminar el pie más rápido), simplemente vierte la mezcla de leche condensada sobre la masa cruda y hornea a 180ºC hasta que la mezcla cuaje y la masa este dorada (unos 25-30 minutos, pero varía de un horno a otro).
Si te gusta la base crocante, tienes que hacer lo que se llama “hornear en ciego” o sea, hornear la masa vacía. Para este paso, haz huecos en la base de la masa con un tenedor (para que no se levante al hornear), coloca un pedazo de papel manteca o platina encima de la masa y ponle algo que tenga peso. Puedes usar por ejemplo 1/2 kg de frejoles (que puedes usar y reusar para este método pero NO para hacer porque van a saber horrible). Hornea con este peso a 230ºC 15 minutos. Ahora sí, vierte la mezcla de leche condensada y hornea a 180ºC hasta que el relleno cuaje (15-20 minutos dependiendo de tu horno). Al cuajar, saca el pie y baja la temperatura del horno al mínimo, ¡pero no lo apagues!
- Mientras está en el horno… prepara el merengue. Bate las claras, la pizca de sal y el cremor tártaro hasta lograr “picos suaves”, luego añade poco a poco el azúcar hasta llegar a punto de nieve.
- Finalmente, coloca el merengue sobre el relleno y usa tu “arte” para esparcirlo… algunas personas lo prefieren plano, yo le hago piquitos “golpeándolo” ligeramente con la base de una cuchara o uso una manga de decoración si es que quiero algo más elegante.
- Mete el pie una vez más al horno, sólo hasta que el merengue esté dorado (15-20 minutos aproximadamente).
- Cuando enfríe, mételo al refrigerador.
Receta de El diario de mi cocina.
Hamburguesa de Cordero con Dadá.
Trufas de chocolate con Apothic Red
Sangría de invierno.
Ingredientes:
6 higos secos en rodajas
6 duraznos secos en rodajas
½ taza de arándanos secos
½ taza de pasas
¼ copa de brandy
2 cdas de miel
1 botella de 750 ml de vino Uva Merlot
10 oz de soda
Preparación:
Lleva a fuego medio-bajo la fruta seca, el brandy y la miel. Cocina por unos minutos y deja que enfríe un poco. Antes de refrigerar, incorpora el vino.
Deja que pasen unas cuantas horas (hasta 24 hs. es lo recomendable) y un poco antes de tomarlo, sirve en una jarra, añade el refresco (soda), mucho hielo y listo.
Milanesa napolitana y corazón loco tinto.
Masa para crepas.
Ya sean de comida o desayuno, puedes preparar unas exquisitas crepas.
Ingredientes
1 huevo entero
1 taza de leche fría
1 taza de harina común
1 cucharadita de sal
2 cucharadas de azúcar. (si quieres crepas saladas, evita este paso)
1 cucharadita de mantequilla derretida
Preparación:
En un bowl mezcla la leche, el hueco, la harina junto con la sal y el azúcar (opcional).
En un sartén liso y largo antiadherente pon un poco de mantequilla a derretir.
Vacía la mantequilla sobre la mezcla y mezcla bien.
Con una cucharón, toma una porción de mezcla y vacíala rápidamente sobre el sartén, dando vuelta con el mango para que se pueda expandir sin problemas.
Espera unos 15 segundos y cuando veas que se encuentra firme, voltea (antes no, o se romperá).
Puedes poner en este momento el relleno, si es salada, o servir y agregar, si es dulce.
Pan de muerto.
Clásico, delicioso.
Para algunos está entre los panes más ricos de México, así como uno de los más tradicionales (junto con la rosca de reyes).
Ingredientes:
3 1/2 tazas de harina de trigo
1/2 taza de margarina
3 huevos
1 1/4 tazas de azúcar
2 cucharadas de ralladura de cáscara de naranja
2 sobrecitos de levadura
7 yemas de huevo
Manteca vegetal (100 g)
1/4 de cucharadita de sal
2 cucharadas de té de anís (preparado)
3 cucharadas de té de azahar (preparado)
1/2 taza de agua hervida o clorada
Procedimiento:
Ponga a calentar el agua. Mezcle dos cucharadas de harina, 1/2 de azúcar y la levadura. Agregue el agua y agite con una cuchara. Reserve.
Sobre una mesa perfectamente limpia forme una fuente con el resto de la harina cernida (reserve dos cucharadas). En medio agregue 1/4 de taza de azúcar, la ralladura de naranja, la sal, la manteca y la margarina. Con una mano integre poco a poco los ingredientes, y con la otra vaya agregando el té de anís y de azahar, los huevos y las yemas. Amase hasta obtener una masa manejable. Amase y azote la masa aproximadamente durante 10 minutos.
Agregue la mezcla de levadura. Continúe amasando y azotando la masa hasta que se despegue, tanto de la mesa como de las manos. Debe estirarse aproximadamente 30 cm sin romperse.
Coloque la masa en un tazón de vidrio y cúbrala con plástico para alimentos. Déjela reposar en un lugar tibio hasta que aumente su tamaño al doble.
Vuelva a amasar ligeramente y reserve una parte para decorar el pan. Forme una bola grande con la masa y colóquela sobre la charola, previamente engrasada con manteca. A la masa que reservó agréguele una cucharada de harina y amásela un poco. Para hacer los huesitos haga tiras y con los dedos separados presiónelas ligeramente.
Bata el huevo restante y con la brocha pegue los huesitos y la bolita del centro. Deje reposar el pan en un lugar tibio hasta que duplique su volumen (aproximadamente 45 minutos).
Hornee durante 15 minutos a 200° C. Después disminuya a 170º C por aproximadamente 20 minutos más o hasta que el pan se dore.
Deje enfriar el pan cocido y barnícelo con el jarabe anterior. Espolvoree con el azúcar restante.