Lo primero es…
Vamos a buscar una receta que tenga vino, así la excusa para degustar una copa de vino va a ser más cómoda.
Tenemos que ir por algo rico; la mayoría de las recetas tienen carne, pero si somos vegetarianos, podemos sustituir por champiñones (los buenos amigos champiñones).
Y empezamos.
Primero, para tomar sazón, vamos a servirnos una copa de vino. Si es tinto o blanco depende de nosotros… y de la receta, sobre todo de la receta.
Tomamos un trago, lo disfrutamos. Y empezamos a sacar todos los ingredientes, tenerlos a la mano, junto a esta copa de vino. Otro trago.
Empezamos a cocinar. Seguimos la receta a la par. En caso de ser necesario, compartir la experiencia con los amigos para abrir oootra botella de vino. Siempre es bueno tener vino a la mano cuando cocinamos. Todo con medida. Tampoco es cuestión de quemar la carne, la casa y a los habitantes. Así que nada en exceso.
Y sirves. Ya en este momento es bueno ver con qué maridaje va lo que has preparado. Puede que sea el mismo vino con el que preparaste, puede que sea otro. La cuestión es que si vas a comer, abras una botella y compartas. ¿La razón? Simple: es delicioso compartir, más si es vino y mejor si con amigos.