Si aún tienes problemas en saber cuando el vino no está bien, estos trucos directos y sencillos te ayudarán.

A vista.
El corcho: si el corcho está seco, no hay color (en donde toca el vino, sobre todo si es tinto), lo más seguro es que se encuentre en mal estado ese vino y lo mejor sea no consumirlo.
Si es naranja, ten cuidado, el vino está mal; los únicos que pueden tener colores marrones y no tener problema, son los fortificados; si no es el caso, no lo intentes.

Si tiene sedimentos, PUEDES BEBERLO, no es impedimento.

Olfato.
Si al olerlo huele a trapo sucio o humedad, lo más seguro es que el vino no se encuentre bien y tenga un defecto llamado “acorchado”, por lo cual es necesario cambiar el vino.

Gusto.
Si sabe a vinagre o acetona, es necesario dejar el vino, no es un buen vino.
Parece raro pero les recomendamos beber un chorro de vinagre para poder reconocer el sabor.

No es necesario que cumpla todos estos parámetros, en algunas ocasiones con uno podemos entender que el vino, se encuentra mal.