¿Cómo sobrellevar la cruda en el trabajo?

Ha pasado. Que un día antes haces el error de pensar que no pasa nada y tomar una (que es ninguna) y vuelves a empezar.

¡Pues no! Siempre pasa algo y el día siguiente en clases (puede ser la universidad, puede ser la maestría, el diplomado, el curso o el taller) o en la oficina sientas que mueres un poco y la vida no vale nada.

¡Y no, la culpa no es de la vida qué está en tu contra!
Fue ese caballito que sabías desde el momento que lo tomaste que iba a ser tu perdición. Pero ya lo hiciste y las consecuencias se ven. Seamos honestos, es horrible.
Sientes que la cabeza explota, el estómago se mueve y que no puedes concentrar la vista en tu trabajo, por lo cual te damos algunos consejos.

 

Algunos aspectos a tomar en cuenta:

1. Piensa en tu trabajo
¿Qué haces? ¿A qué te dedicas? De acuerdo a eso, toma la decisión de ir o no a trabajar. Es tonto, pero es verdad.
¿Eres doctor y tienes qué hacer alguna operación? ¿Arquitecto, ingeniero biomédico? No seas imprudente, ponte totalmente sobrio antes de moverte.
En otros casos, donde tu trabajo no maneje o dependa de vidas ajenas ni maquinaria pesada, puede que no sea tan mala idea sufrir en el trabajo.
Toma en cuenta algo: no conduzcas. Hay “crudas fantasma”, que parece ser que con algo de comida se van… pero regresan; y conducir no será una buena idea.

2. Nivel de cruda.
¿Qué tanta cruda tienes en tu escala? ¿Sientes que con un agua mineral todo pasará? ¿O de plano sigues en estado etílico? Todo esto va a hacer un cambio significativo en tu desempeño laboral.
Piensa que si es ligera la cruda, ir a tu trabajo o clase no será problema, pero si no puedes ni reaccionar, lo mejor sería no ir y exponerte a un mal trabajo o alguna negligencia.

3. ¿Lo qué bebiste es lo que siempre tomas?
Tu cuerpo no reacciona igual a lo que ya está acostumbrado que a nuevas bebidas.
Ejemplo: Si sueles beber cerveza, pero una noche anterior tuviste whisky, lo más seguro es que la cruda será diferente, lo cual puede ser un gran problema.

Ahora sí los consejos.
Líquidos.
Toma mucho agua. Incluso electrolitos. Tu cuerpo necesita hidratarse, por lo cual es bueno que tomes agua natural o mineral. Evita el refresco y el café.

 

Los chilaquiles.
Parece falso pensar que si necesitas evitar acidez e irritantes, los chilaquiles ayuden; pero lo hacen.

No más alcohol.
Algunos piensan que metiendo una chela o con clamato, pero lo único que haces es retrasar la cruda. Que tarde o temprano va a llegar. Evita seguir tomando alcohol.

 

Jugos y frutas naturales.
Te va a ayudar bastante, vitaminas y minerales haciendo su trabajo en tu cuerpo mientras te recuperas. ¡Y saben delicioso! Busca que sean de temporada.

Sopitas.
Volvemos al punto de hidratar y una manera de hacerlo es con sopas; por supuesto nos referimos a consomé de verduras, no a caldos picantes como la birria.

Respira.
Todos hemos estado en esa situación; no hay mal que no pase.

Y la final, siempre efectiva: No lo vuelvas a hacer.

 

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