7 cosas que odiamos escuchar cuando tenemos un crush con el vino.
1- Que te llamen mamón.
Nada más complicado que salir con tus amigos, que todos pidan su chela, un whisky, algún coctel y tu pidas una copa de vino y te digan “¡Qué mamón, wey!” En verdad es muy molesto y se puede ahorrar el comentario.
2. Que si seas mamón y te lo hagan notar.
Vas a comprar algo para botanear con tus amigos, compras un buen vino, revisas la cosecha, la añada, la cepa, el país. Tienes todo: llevas el maridaje perfecto. Te molesta que nadie agarre una copa y sólo se coman los quesos que llevaste porque “a nadie le gusta” y todavía te digan “para qué lo traes si sabes que sólo tú lo tomas”. Pues sí, ¡Pero nada les cuesta probar!
3. Que agarren la copa del cáliz.
Estas en un evento, nunca falta el supermegaconocedor de vinos que no sabe de vino y agarra la copa del caliz (también conocido como cuerpo) y pasea la copa como si fuera un bourbon… ¡No!
4. Que todos los vinos les digan “cabernet”.
Lugar donde llevas un vino te preguntan si es un cabernet. No, gente, el vino no se llama cabernet, no es un sinónimo, es una cepa.
5. Que te hablen de vinos buenos porque son caros.
Te están presumiendo el vino buen vino, te hablan de sus propiedades (ya resulta que parece medicina o algo así), es bueno, bonito… y nada barato. Es entonces cuando te das cuenta, que en este caso te lo presumen por el precio. Al sujeto en cuestión lo que le gustó es el precio. Te quiere hacer creer que es bueno por caro… y pues tampoco es así.
6. Que te quieran vender el vino que sabes no es lo que te pintan.
Vas a la tiendas, estás viendo el vino y un vendedor se da cuenta. Llega y te pregunta por lo que buscas. Le dices que sólo ves, que estás buscando que encuentras. Y agarra un vino (no importa el nombre, a veces es de mediano precio a más caro) y te empieza a explicar lo grandioso del vino. Lo conoces, incluso no te gusta y se lo explicas con un “ese no, gracias”. Y sigue hablando el vendedor del maravilloso vino hasta que intervienes, muestras sus contradicciones y la realidad de porque no te gusta ese vino. Y el vendedor se ofende.
7. El vino de moda.
Casual que se ponen los blancos de moda, los tintos, los malbecs o los chenin blanc, algunas champañas. No importa cual sea, la cuestión es que a donde vayas sólo encuentras eso y resulta que tu amigo que “no gusta de tomar vino”, ahora sólo toma “ese vino por ser mejor”. Así no se puede.