Principalmente son estos 4 puntos que debemos tener en cuenta cuando queramos guardar por mucho tiempo un vino: efectivamente, no todos pueden ser almacenados. Pero algunos sí y estas son características que pueden ayudar a saber cuales son:
1. Las uvas.
Algunas son mejores para guardar que otras. Ejemplo: Tener un vino tinto siempre va a tener mayor guarda que un blanco. Hay algunas más óptimas para este fin: cabernet sauvignon, merlot, malbec, tannat y termpanillo muestran buena evolución en barrica y en botella. Más que la garnacha o gamay, por poner un ejemplo.
2. Mayor es mejor.
Más barrica da mejor guarda. Va a permitir que siga evolucionando. Digamos que la madera le va a permitir vivir más y mejor tiempo.
3. Como lo cuides.
Hemos visto muchas veces la importancia de cuidar buen las cosas: si lo tienes en las condiciones óptimas de guarda, lo vas a lograr.
Si no tienes cava o un refrigerador especial no te preocupes, puedes poner en cajas (de madera, de preferencia) las botellas acostadas, algo entre ellas: burbuja, papel especial para que no se maltraten y golpeen u otras opciones que no ensucien ni dejen aromas.
En este punto agregamos: evita la luz y el calor. No necesita el refrigerador, pero sí una constante de 14º le quedará muy bien.
4. Llevar itinerario.
Lleva una lista de que vinos, donde los compraste y que año lo compraste. Suena algo tedioso pero a la larga te va a ayudar muchísimo. Son pocos datos que puedes tener en una nota con lo que vas a entender lo que tienes en tu cava.
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