Sin ser una comida especial ¿cuál es el problema de tomar todos los días una copa de vino?
Cuando tu amiga se va a Italia y te llama comentando que toma todas las noches vino y no entiendes como, a ti que te gusta tanto, no tomas esa cantidad de vino.
Es una copa en l anoche para la cena, más las pláticas casuales que tienes con la gente que quieres.
¿Será tan complicado?
Algunos se van al precio del vino en México, que si es muy caro y por es no lo consumimos.
Hagamos un resumen de lo que podemos encontrar en el mercado.
Ejemplos:
El costo de un vino mexicano barato es de 59.00 por botella. Ojo aquí, no decimos que el vino sea bueno, decimos que es barato.
¿Pero los han probado para saber si para el día a día sirven bien?
Digamos que, ante la comida de todos los días pedimos consomé, arroz y algún guiso (sea en casa, fonda, o donde se nos antoje la idea y tomemos de partida ese punto), ante ello, por muy rico que sea, no indica un gran presupuesto y tampoco un esfuerzo excesivo, ¿o no?
Pues bien, lo mismo el vino que lo puede acompañar: no debe ser caro o excesivo para una comida diaria. Y en el trabajo, tememos que nos tachen de borrachos o peor aún de mamones snobs.
Aunque en algunos lados ya es normal ver a quienes suelen comprar una lata de cerveza para acompañar la comida ¿por qué no hacerlo con un poco de vino?
Las opciones no se limitan a la cartera, si tomamos en cuenta que una botella alcanza sin problemas para 6 o 7 personas, una copa que tendría el costo de 15 pesos a 50, dependiendo el costo de la botella y la calidad del vino que se tenga la intención invertir: hablamos, de tomar en casa, con amigos, en la oficina, para acompañar la comida, no cuenta como opción un restaurante a menos que tengamos el presupuesto para eso.
Vinos españoles, franceses, italianos o alemanes que van desde los 150 pesos –o hasta menos en algunos casos- están a nuestro alcance para cada uno de los momentos que esto implica.
¿Cuestionamos realmente que sea el precio y no la visión que podemos generar de nosotros ante los demás?
Las críticas sociales que implica tomar vino en una sociedad chelera, parecen ser contraproducentes ante el consumidor de vino constante.
“Ya te sientes sommelier”. “Ya eres crítico, ¿no?”. “¿No te da pena que te vean con nosotros los mortales?”. “¡Si yo me acuerdo que tomabas pura cerveza!”, entre otros comentarios sobrantes ante pedir una copa de vino con los amigos.
Dejemos de poner el dedo en “el vino es caro”… ¿De todo lo que toman, qué precio tiene? Una copa de vino tiene en promedio el mismo costo que una cerveza y más para los que sólo toman artesanales.
¿Cuál es, como mexicanos la razón para no tomar vino más seguido?
¿Qué no nos gusta el sabor, qué no conocemos, qué la variedad es muy extensa?