La creencia y la idea es que el vino blanco no se puede guardar y lo mejor es consumirlo lo más pronto posible.
Y sí, lo mejor es consumirlos vinos blancos en cuanto lo tengamos en nuestras manos. ¡Pero puede haber unas pequeñas y únicas excepciones!
La ventaja de encontrar estos vinos, es que si queremos probarlos tiempo después, podremos ver la diferencia entre un vino blanco recién “salido” en comparación con un vino que tenga más tiempo en su botella.