El jefe del servicio de Urgencias del Hospital de Especialidades del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, Ramón Iván de Dios Pérez, dijo que consumir vino tinto ha demostrado reducir el riesgo de un evento cardiovascular.
Afirmó que una copa de vino tinto aumenta los niveles de colesterol bueno en la sangre debido a su contenido de flavonoides, resveratrol y antioxidantes; la medida recomendada es de cuatro onzas.
“Pero también está demostrado que las mismas propiedades las tienen las propias uvas o su jugo, la cáscara concentra una buena cantidad de resveratrol, por lo que no es necesario beber alcohol en caso de que la persona lo tenga contraindicado por motivos médicos”, expuso.
En este sentido, hizo hincapié en que consumir grandes cantidades de alcohol, en lugar de beneficiar puede perjudicar la salud, causando, independientemente de una adicción, alteraciones cognitivas y motrices que deriven en accidentes eventualmente fatales.
Del mismo modo, excederse tanto con el vino tinto como con cerveza o cualquier otro producto semejante, vulnera las funciones del organismo.
Una copa diaria de vino tinto es una recomendación sólo para aquellos entusiastas del producto, siempre y cuando no tengan contraindicaciones y sean menores de 65 años de edad.
“Si tiene entre 40 y 65 años lo mejor es limitar las cantidades y tener los cuidados médicos necesarios para que este hábito sea, en realidad, beneficioso. Si no se quiere o no se puede tomar, hay alternativas, incluidos suplementos”, expuso.