Incluso los vinos se pueden enfermar y nunca recuperarlos.
Estas son algunas de esas desgracias que pueden pasar con tu vino.
TCA.
No es tu culpa, ni del importador, la tienda o el exportador: simplemente pasa. Como cuando cae un rayo del cielo, el TCA está en tu botella y nada la podrá salvar. En la mayoría de los casos, puedes ir y reclamar el contenido.
Si son vinos de calidad, de gran bodega, te lo han de cambiar. En caso de que sea un vino de menos de 300 es poco probable que te realicen el cambio.
El lado positivo es que pasa muy poco: sólo un 8% de miles de botellas lo puede portar.
Solución: botellas con tapa rosca.
Picado.
Cuando tu vino tiene algo malo y no es el corcho y huele a “vinagre”: mejor úsalo como eso, como vinagre.
Es el momento deprimente donde tu comida ya no va a armonizar porque ese vino dejó de serlo.
No hay lado positivo y has perdido el vino.
Solución: consumir de manera pronta los vinos que son jóvenes.
Cocteles.
Si tienes un buen vino: No lo hagas coctel. Punto.
Si tienes un mal vino: no lo vuelvas a comprar.
Para coctelería intenta vinos que no sean los más finos, pero tampoco vayas por los más corrientes. Un buen vino, que no sea caro para eso, en caso de que lo vayas a usar así.