Hiper/decantemos.

¿Te imaginas decantar rápido y bien? ¿Se puede?

La respuesta es ambigua: los más ortodoxos pueden hablar del vino con cuidado y pasión; otros que esa misma pasión logra experimentar con él.

La hiperdecantación es un proceso realmente nuevo: licuar unos segundos el vino para acelerar el proceso de oxigenación en el mismo.

¿Se vale?

De acuerdo con el chef (Maestro, mixologo y más) Iván Santoscoy, catedrático en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, comenta en su tesis que este proceso es viable.


 

¿Qué procede?

Se pone el vino a decantar en una licuadora (sí, leyeron bien) y se pone unos segundos, entre 30 y 60, en los cuales se crea una espuma, que momentos después disminuye y el vino se encuentra listo para servir.

Este proceso está concebido y experiemntado por Nathan Myhrvold Chris Young y Maxime Bilet en “Modernist Cuisine”.

El vino logra el objetivo, aunque puede ser rudo para algunos.

¿Y en servicio?

Si apenas lo estamos viendo como un experimento en casa, la recomendación es limitarlo: no hay que proponerlo al cliente como una opción ante eso.

Tomemos en cuenta lo siguiente:

Sommeliers piensan que es mejor dejar abierta la botella un par de horas el vino (en casos necesarios), pues toman muy “rudo” el hecho de hacerlo en decantador para “despertar el vino”.

¿Se imaginan proponer ponerlo en la licuadora?

¿Hacerlo o no?

Les proponemos en alguna ocasión probarlo y catar una comparación de 1 botella: Mitad en decantación y mitad en hiperdecantación para probar las diferencias.

Licuadora limpia y pocos segundos (no llegar al minuto).

Para muestra un ejemplo… en video:

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