Si eres de las personas que no le importan y siempre lo sirven donde puede, sea copa o vaso, lamentamos decirte que si importa. Y mucho.
Sobre todo si eres de las personas de buen olfato y te sientes “muy sibarita”. Es verdad que no pasa mucho si lo sirves en vaso en lugar de copa.
Te explicamos:
La copa tiene su forma para que el aroma llegue a ti de manera correcta. Es especial para poder lograr dicho efecto.
El vaso no te va a permitir apreciar bien lo que vas a consumir en comparación a las copas. Dejando de lado la parte de “que bonito se ve en la copa”, esta permite que se desprendan de mejor manera los aromas y por lo mismo, la expresión al beberlo.
En vaso, también el vino se va a calentar pues no tenemos el mismo espacio de soporte para agarrar (aunque muchas personas toman la copa mal).
A lo cual podemos crear una regla (que no existe): Mientras más fino, mejor hecho el vino, más fina la copa.