INAH presenta libro sobre Monumentos Históricos de Coahuila

La historia y arquitectura de la zona de Monumentos Históricos de Parras de la Fuente, Coahuila, ha sido reunida en el noveno volumen de la Serie Patrimonio, editada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

El libro, que fue presentado la Tercera Jornada. Distintas Miradas sobre las Ciudades Históricas, en el Museo Nacional de Antropología, busca compartir con el público la riqueza cultural de casas antiguas, huertas, construcciones dedicadas a la producción, acueductos, molinos, obrajes, los “Baños Villarreal” y varias acequias construidos entre los siglos XVI y XIX.

En la histórica ciudad coahuilense, el fuerte sol del desierto se mitiga con sus numerosas fuentes de agua, la sombra de los nogales y la humedad de los viñedos, señaló el INAH en un comunicado. El aire tibio del corto verano parece mezclar el olor frutal con las imágenes de antiguos edificios coloniales, de gruesos muros de adobe y altos techos de tejamanil y vigas, como la Ex Hacienda San Lorenzo, donde se conservan desde hace 450 años, oscuras cavas repletas de barricas de madera para madurar el jugo de uva.
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“En Parras no se puede separar la arquitectura del entorno: un ejemplo de la adaptación del hombre a medios agrestes, como el desértico, y su transformación a través de la captación del agua que baja de los manantiales de la sierra, elemento esencial para el desarrollo de la vida humana desde tiempos muy antiguos”, señalan los autores de los textos recopilados en este volumen.

“Hay que dar espacio al tiempo y tiempo al espacio” dijo Felisa Aguilar, presidenta del Consejo de Paleontología del INAH e investigadora en Coahuila desde hace 13 años, tras destacar la conexión que propone la publicación, entre el espacio físico y lo que ha desarrollado ahí el hombre a través del tiempo.

“Los elementos bióticos y abióticos de un espacio físico han permitido el desarrollo de Parras, generando diferentes momentos en la historia de la vida y de la cultura. La historia de este lugar es ejemplo de cómo el agua ha sido crucial para el desarrollo de la vida y el establecimiento de las sociedades. El agua cambia la fisonomía de una ciudad: desde sus colores hasta la dinámica de la comunidad”, acotó.

La historiadora Mariana Coria, de la Universidad de Claustro de Sor Juana, definió a la obra editorial como un viaje de la imaginación, accesible y disfrutable, desarrollado a través de textos de lenguaje ágil y literario que vinculan la historia natural, social y cultural de Parras, desde la paleontología, arqueología y arquitectura, hasta la gastronomía, abordados de manera sencilla.

Destacó a la vid como eje en el desarrollo cultural de Parras, donde se estableció la primera vinícola de América, la cual hasta la fecha produce algunos de los mejores vinos de México, de acuerdo con la enóloga Tatiana Torres Medina, también académica del Claustro de Sor Juana, quien dictó la conferencia de cierre.

Así se ve actualmente.
Así se ve actualmente.

Mariana Coria dijo que al hablar de cultura nacional siempre se hace énfasis a elementos de origen mesoamericano dejando en el olvido productos del mestizaje, y la alimentación es un ejemplo; comentó que respecto a la tradición culinaria de los estados del norte existen malas interpretaciones de pobrezas culturales, cuando hay una riqueza en cada una de las culturas del mundo.

En un texto de su autoría que forma parte de la publicación presentada, menciona a Parras como lugar meritorio en la gastronomía mexicana, porque cuenta con tierras que se distinguen en la calidad del suelo, que combinadas con el clima dan la atmósfera exacta para crear vinos de talla mundial.

El patrimonio y los valores históricos y culturales de Parras de la Fuente hicieron que recibiera el reconocimiento federal mediante la declaratoria de Zona de Monumentos Históricos. La poligonal comprende 386 edificios con valor histórico, construidos entre los siglos XVI y XIX. En la ciudad se generan perspectivas interrumpidas por calles quebradas, y en la traza urbana destacan espacios abiertos, como la Alameda Independencia, los jardines o plazas del Beso y Zaragoza, así como plazuelas, los panteones San Antonio y San José, y diversos templos de culto católico: los edificios emblemáticos de la ciudad.

La misión pueblo de Santa María de las Parras se fundó en 1598, por el padre jesuita Agustín de Espinoza y el capitán de justicia, mayor Antón Martín Zapata, pero el poblamiento de la región comenzó hacia 1580 con el establecimiento de indígenas tlaxcaltecas y familias de españoles, principalmente la de Francisco de Urdiñola, quien dio origen a varias haciendas y en 1594 fundó la primera empresa productora de vino en la Nueva España.

El INAH investiga y protege el patrimonio cultural de Parras desde 1980, cuando inició la catalogación de los monumentos históricos. Posteriormente, realizó los estudios de gabinete y campo para el proyecto de Declaratoria como Zona de Monumentos Históricos.

El decreto se publicó el 18 de febrero de 1998. Actualmente, explica Francisco Aguilar, director del Centro INAH Coahuila, el instituto trabaja en la concientización de sus pobladores sobre el valor patrimonial de Parras, quienes en muchos casos ya no son originarios de la ciudad.

Asimismo, reactivó la Junta de Conservación y Protección del Patrimonio Cultural en la Zona de Monumentos de Parras, y mantiene una estrecha relación con el municipio para trabajar en la conservación de la zona histórica. Un proyecto más de ese trabajo de concientización y divulgación es este volumen que ahora se presenta al público. Parras de la Fuente es la primera ciudad del norte de México que entra a la Colección Patrimonio, y la única con declaratoria en Coahuila.

Vía Notimex.

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