¿La botella tiene estrés?

Lo primero es observar las botellas, evaluar si se encuentran defectos externos, como pequeños golpes, roces o la etiqueta se encuentra muy maltratadas. Esto puede ser un indicio de una mala conservación o transporte de la misma.

Que la temperatura sea la óptima. Si al momento de comprar el vino se encuentra a mayor temperatura, nada nos asegura que antes de mostrarla al público no haya ocurrido lo mismo. Esto nos va a asegurar una mayor duración del vino.

Si la etiqueta de la botella no se encuentra en buen estado, algo hay malo. Puede que alguna botella se haya roto (lo cual puede pasar y no es malo para tu vino) o que se encontró mucho tiempo con luz sobre ella (que en ese caso lo mejor es no comprarla).

Revisar el corcho. Si se puede, notar el corcho, si se encuentra suelto (más salido de lo que debería), abollado o seco. Esto no se puede en todos los casos, pero en los que sí, siempre es bueno revisar.

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