El hecho de catar y degustar tiene que ver con la apreciación del vino. Es ese momento donde vas a tomar un vino pero a conciencia, no sólo en la plática o en la comida.
Una cata es donde vas a poner atención a los colores que hay en el vino, en los aromas que se encuentran en él, en la manera en que se mueve en copa. Todos los detalles sensuales de un vino antes de tenerlo en la boca.
Una cata horizontal es una sesión donde se prueban varios vinos, de la misma cosecha y zona o denominación de origen, de esta manera se comparan las diferentes elaboraciones de vinos y calidad de la uva con la que se elaboró.
Esto se usa principalmente en concursos y denominaciones, para comprobar controles de calidad y procesos de producción de los mismos.
Esto también se hace entre distribuidores que compran los vinos para poder hacer revisión de calidad y costos para su calidad.
En estas catas podemos también ver las diferencias en los métodos de elaboración, la influencia de los distintos tipos de suelo, microclimas en un mismo tipo de uva.
Ejemplo:
Varios albariños de Rias Baixas, todos jóvenes, del mismo año (por decir, del 2012), y ver como son diferentes cada uno de los vinos.