Aunque va variando de acuerdo a cada país, esta es la información que en la mayoría de los casos va a tener toda etiqueta de vino.

Añada.
La gran mayoría de los vinos dicen el año de vendimia del vino; con eso sabremos cuánto tiempo podemos guardarlo o si es necesario consumirlo pronto; en algunos casos no viene, como en los Champagnes (a menos que sean Grandes Champagnes, que viene especificado y eso denota incluso superioridad sobre otros).

Cantidad de alcohol.
Por ley, debe decir el porcentaje de alcohol que el vino tiene en su interior: incluso, algunos países mueven sus impuestos con base a esto; si tiene un mayor grado alcohólico, pagará más (como en el caso de México).

Uvas.
Las cepas usadas en el vino suelen venir especificadas; al menos en la gran parte del mundo; sin embargo las cantidades no vienen especificadas o hay denominaciones que no fuerzan a tener cuáles se usaron, por las delimitaciones de la denominación (volvemos a ejemplos de Francia, con el Beaujolais o la Champagne, que rara vez especifican cantidades y tipos, pero se da de antemano que el Beaujolais es con gamay y la Champagne puede tener chardonnay, pinot noir y pinot meunier).

Tipo de vino.
Espumante o generoso: los vinos tranquilos (sin gas, los “normales”) no vienen especificados; pero sí suelen decir si son blancos, tintos o rosados:
Champagne Brut Rosé: Es un vino espumante con Denominación de Origen en Francia, sin azúcar (brut), rosado.
Cava Nature: Vino espumante con Denominación de Origen en España, sin azúcar agregado (Nature). Blanco.

Cantidad.
Todos dicen la cantidad que tienen. Las botellas estándar son de 750ml; sin embargo, hay otros tamaños como el medio (las botellas pequeñas, son la mitad), magnum (1.5 litros); o hasta “Melchor” (así se llama la botella), con 18 litros dentro de sí.

Procedencia.
En algún lado de la etiqueta debe decir: sobre todo las denominaciones de origen deben aclarar de donde son: Ribera del Duero, México, Argentina (nombre de Valles por lo general), California, Loira, etc.