Los antioxidantes del té verde y vino tinto contra el Alzheimer.

Los antioxidantes, cuyos beneficios son extensamente estudiados por científicos, podrían ser la clave para prevenir y tratar el mal de Alzheimer. Así lo sugiere un estudio publicado este martes en el Journal of Biological Chemistry.

Investigadores de la Universidad de Leeds, en Inglaterra, descubrieron que los químicos naturales presentes en té verde y el vino tinto pueden interrumpir un paso clave en el camino del desarrollo del Alzheimer.

“Descubrimos que los antioxidantes presentes en té verde y el vino tinto pueden alterar la forma de un amiloideo y evitar que interactúe con una proteína particular de la célula del cerebro. Y si interrumpimos esa interacción, perdemos el efecto tóxico del amiloideo”, le dijo a BBC Mundo Nigel Hooper, líder de la investigación.

Estos componentes de antioxidantes no sólo se consiguen en estas bebidas, sino en otras fuentes naturales. Sin embargo, es sabido que el té verde es mucho más rico en antioxidantes.

Interrupción del proceso

Durante el proceso de desarrollo del Alzheimer, se crea una proteína llamada amiloidea, un poco pegajosa, que al agruparse interactúa con células nerviosas. Este proceso hace que se mueran las células y ocasione enfermedades neurodegenerativas.

“Lo que pareciera que hacen los componentes presentes en té verde y vino es alterar la forma en que la amiloidea se agrupa, inhabilitándola a interactuar con la célula”, explicó Hooper.

Según el especialista, el estudio significa un paso importante en la prevención y tratamiento de la enfermedad.

No obstante, advirtió que todo depende de qué tan avanzada esté. “Es una de esas situaciones en que influye el estado del proceso de demencia para tener una intervención exitosa, y no tenemos respuesta a ello”.

Experimento de laboratorio

Los antioxidantes del te verde y vino tinto podrían interrumpir el proceso de desarrollo del Alzheimer.

El equipo formó pelotas amiloideas en un tubo de ensayo y las agregó a células cerebrales de humanos y animales. “Cuando añadimos los extractos del vino tinto y té verde, cuyos estudios recientes indican que modifica la forma de las proteínas amiloideas, las pelotas ya no dañaban las células nerviosas”, declaró Hooper.

“Vimos que esto se debe a que su forma estaba distorsionada, por lo que ya no podían unirse al prion e interrumpir la función de la célula”.

Estudios clínicos

Hooper agregó que “es un concepto errado el que el Alzheimer sea una parte natural del envejecimiento. Es una enfermedad que creemos puede ser curada a través de nuevos descubrimientos que permitan producir drogas que ataquen áreas como ésta (la del estudio)”.

Por su parte, Simon Ridley, director de investigación de Alzheimer’s Research UK, aclaró que si bien este estudio no debería ser interpretado como una orden para llenarse de té verde y vino, la investigación puede ofrecer nuevas pistas para un nuevo y efectivo tratamiento.

Vía BBC.

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