El orden de los vinos en un banquete.

Es de rigor en un banquete al que concurran varios vinos un mínimo conocimiento de parte del anfitrión de cada una de las botellas que elegirá para acompañar los sucesivos platos. Para aquellos que no son expertos en el tema de los vinos, les dejamos algunas recomendaciones para el orden y acompañante de cada varietal.

Habrá que iniciar el paladar de los convidados con el menos exigente de los vinos, un fresco blanco de alta acidez y bajo grado alcohólico, como un vino verde portugués, un inocente sauvignon blanc, un frissante, o tal vez el más estimulante y menos reflexivo, un espumoso, el lujoso champagne francés o los no menos apreciables prosseco italiano o cava catalán.

Tales vinos vendrían bien con un cebiche de un pescado venezolano como róbalo, curvina o pargo. O acaso un carpaccio de pulpo o salmón.

Para un heterodoxo snack a base de encurtidos o acaso un plato de pasta al pesto o filetto di pomodoro, entre el entremés y el plato principal, bien vale un tinto joven, un merlot easy drinking.

Para entrar en materia, el plato central, que bien podría ser un rack de cordero oportunamente guarnecido, un tinto reserva o crianza.

Para los quesos, un late harvest no demasiado dulzón y algo ácido.

Para la fruta, un champagne demi-sec.

Y para cerrar con broche de oro cualquier velada, se puede abrir otra botella de demi-sec para el postre

Vía Informe 21.

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6 Datos curiosos de vino del vino blanco.

El vino blanco debe ser de color amarillo paja con matices verdosos a dorado intenso, con brillantez y transparencia. En caso de que veamos colores más opacos y marrones, no hay que tomarlo: su tiempo ya paso.

 Si en un vino blanco encontramos tonos rosas, quiere decir que el líquido hizo contacto con la piel de uvas tintas, aunque esto no es muy común. Otra opción es que es un vino blanco de cepas tintas. Ejemplo: es un vino blanco de cabernet sauvignon.

El tiempo de guarda de los vinos blancos de crianza es alrededor de 4 años, aunque hay vinos que pueden tener una guarda de hasta 10 años: esto depende de la crianza que se la ha dado al vino, como si tuvo paso por barrica y cuánto tiempo fue.

La temperatura de servicio de un vino blanco es menor, pero tampoco tiene que pasar mucho tiempo enfriando: de los 7 a 10ºC estará listo para tomarse.

El vino blanco se sirve en copas más pequeñas, que ayudan a conservar su temperatura. Los vinos blancos van en copas tipo “tulipán”, donde mantendrán mejor la temperatura y podremos ver sus matices y aromas.

Si las uvas con las que se elabora un vino blanco son jóvenes, será más claro, con la maduración de la fruta y si pasó en barrica o tiene mucho tiempo embotellado, se va tornando a una coloración que tiende al amarillo oro.

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Con qué vino iniciar.

En el mundo del vino, ¿cómo empezamos?

Cuando queremos tomar vino (¡Yes!) pero estamos iniciando y la mayoría de las personas a nuestro alrededor nos quieren enseñar de vino, es probable que fallen (lamentamos decirlo, queridos amigos).
Hay cierta soberbia en quienes tienen un conocimiento: como cuando ven mucho cine de autor y por ello dicen, no pueden disfrutar de una película que sea “comercial”; o una persona que se acostumbra a comer comida de alta cocina y se niega a comer una sopita de fideo… lo mismo pasa con el vino.
Algunos que tienen grandes conocimientos en él, olvidan que iniciaron con calimoxos o sangrías. Que el tetrabrick no es malo y que no hay mayor mentira que el mejor blanco es el tinto.
No, no tiene nada de malo que no les guste el mejor cabernet sauvignon, que sientan muy seco algún vino y que les gusten los dulces. Es como está acostumbrado su paladar.
Poco a poco, verán que van cambiando: mientras más vino toman, mas vinos les van a gustar y el que en un principio les encantaba, preferían olvidarlos.

Iniciando el vino:

Lo primero a nuestro parecer es iniciar con los espumantes: que sean de dulces a semi secos. Puede ser un vino de la región y con el tiempo buscar denominaciones como el sekt, la cava o el champagne.
Blancos: vamos a avanzar de los dulces a los semi secos. Que no tengan barrica a los que la tienen. Estos pueden ser de cualquier parte del mundo, pero inicia con el chardonnay y el chenin blanc y termina con vinos como el riesling o el verdejo (que tienen una mayor acidez). También busca los que son combinación de cepas.
Tintos jóvenes que no tengan paso por barrica, de preferencia del nuevo mundo.
Estos consejos son generalidades, en especial para Mexicanos. Y nunca, nunca dejes que te intimiden desestimando el vino que estás tomando. Si a ti te gusta, lo demás no importa.

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¿Qué pasa cuándo tomas vino tinto?

Es verdad, no todas las bebidas son malas, pese a que la gran mayoría en el mercado están llenas de jarabe de maíz o de azúcar que no nos ayuda a mantener un peso saludable o poder llegar a él. Hay bebidas que no nos harán daño en la cintura y lo veremos reflejado en la salud.

Y no sólo en el peso, sino en otros órganos del cuerpo. El vino tinto contiene un químico llamado Ácido elágico, que puede retardar el crecimiento de las células grasas y detener la formación de nuevos. También ayuda a aumentar el metabolismo de los ácidos grasos en las células hepáticas.

Esto va, junto con otras propiedades como las siguientes:

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Oda al vino.

Poema de Pablo Neruda.

katamaniacos_pablo-neruda Poeta chileno, premio Nobel de literatura en 1971. Es considerado uno de los grandes pilares de las letras en el mundo y en especial, de habla hispana. Fue embajador de Francia y buscó la candidatura para la presidencia de su país. También fue amigo-enemigo-amigo de el escritor mexicano Octavio Paz. En 1924, publicó su famoso Veinte poemas de amor y una canción desesperada. En 1956 publicó Odas Elementales, de donde viene su Oda al vino.

 

Vino color de día,

vino color de noche,

vino con pies de púrpura

o sangre de topacio,

vino,

estrellado hijo

de la tierra,

vino, liso

como una espada de oro,

suave

como un desordenado terciopelo,

vino encaracolado

y suspendido,

amoroso,

marino,

nunca has cabido en una copa,

en un canto, en un hombre,

coral, gregario eres,

y cuando menos, mutuo.

A veces

te nutres de recuerdos

mortales,

en tu ola

vamos de tumba en tumba,

picapedrero de sepulcro helado,

y lloramos

lágrimas transitorias,

pero

tu hermoso

traje de primavera

es diferente,

el corazón sube a las ramas,

el viento mueve el día,

nada queda

dentro de tu alma inmóvil.

El vino

mueve la primavera,

crece como una planta la alegría,

caen muros,

peñascos,

se cierran los abismos,

nace el canto.

Oh tú, jarra de vino, en el desierto

con la sabrosa que amo,

dijo el viejo poeta.

Que el cántaro de vino

al beso del amor sume su beso.

 

Amor mío, de pronto

tu cadera

es la curva colmada

de la copa,

tu pecho es el racimo,

la luz del alcohol tu cabellera,

las uvas tus pezones,

tu ombligo sello puro

estampado en tu vientre de vasija,

y tu amor la cascada

de vino inextinguible,

la claridad que cae en mis sentidos,

el esplendor terrestre de la vida.

Pero no sólo amor,

beso quemante

o corazón quemado

eres, vino de vida,

sino

amistad de los seres, transparencia,

coro de disciplina,

abundancia de flores.

Amo sobre una mesa,

cuando se habla,

la luz de una botella

de inteligente vino.

Que lo beban,

que recuerden en cada

gota de oro

o copa de topacio

o cuchara de púrpura

que trabajó el otoño

hasta llenar de vino las vasijas

y aprenda el hombre oscuro,

en el ceremonial de su negocio,

a recordar la tierra y sus deberes,

a propagar el cántico del fruto.

 
 

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En lugar de oler el corcho, verlo.

Por alguna razón, se dio la costumbre de oler el corcho y esto se fue haciendo un requerimiento para los que querían conocer de vino. Es normal encontrar en algún restaurante a alguien que huele el corcho y alega que “está bien” el vino, sin siquiera probarlo.

¿Cuál es un aroma que no queremos en nuestro vino? El corcho. Por lo cual si lo olemos y no sabemos distinguir aromas, puede que despreciemos un vino en buen estado.

Cuando un vino está acorchado es una razón para devolverlo o pedir el cambio de botella. Y no, no la tienen que cobrar (o al menos en la mayoría de los lugares es así).

Sí, el corcho va a tener impresiones de vino en el aroma y el color se puede pasar del vino al alcornoque, en especial si lleva mucho tiempo en la botella; puede que una nariz muy entrenada encuentre en el corcho residuos que sabrá no tienen que ir con el vino. Vamos, que si olemos el corcho y huele a moho, sabemos que algo va mal.

Pero en general, olfatearlo no nos va a hablar de la calidad del vino.

Lo que sí nos va a decir el corcho, es si fue un vino cuidado, ¿cómo? Encontraremos que está seco o agrietado. Es un vino que no fue guardado como debe ser.

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¡Todos los maridajes!

Ya no más dudas, no más pensar si estamos maridando bien. Aquí está y ya llegaron, todos los maridajes que necesitamos para disfrutar de una buena tarde, de un buen momento: de acuerdo a cada vino, qué es lo que podemos comer. De acuerdo a lo que vamos a comer cual es el vino que podemos degustar.
merlot
zinfandel
syrah
sauvignon
riesling
pinotnoir
pinot
gewz
chardonay
 

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La vida de un vino.

 
 

Un Vino tiene vida: la expresa desde el momento que lo hacen hasta que lo servimos en nuestra copa. Todo esto, le da cualidades que debemos ir conociendo; sabremos como vamos a disfrutarlo y qué es lo que de él podemos obtener.

Es así como este vino va a tener una “curva de vida” y dependiendo de la cepa, de la crianza y de como lo cuidemos y el manejo que ha tenido, es que va a poder tener un tiempo de vino y una guarda que le podremos dar.

¿A qué nos referimos? Que un vino que es un coupage y un tiempo en barrica, aguantará mejor la guarda que un gamay sin barrica.

Por eso es normal encontrar cepas que son aptas para su reposo en barrica y otras botellas que son para un consumo pronto.

Les dejamos aquí una gráfica de como podemos identificar de manera no profesional la vida de nuestro vino. curvadelvino

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5 viñedos emblemáticos de América Latina.

Les mostramos los viñedos más emblemáticos de esta parte del continente.

1. Ain Karim.
Viñedo colombiano, es el primero de la industria vinícola en la región; su nombre significa “tierra prometida”. Ha logrado premios internacionales. Aquí se producen los vinos Marqués de Villa de Leyva; este viñedo está desde los años 80.

2. Casa Madero.
El viñedo más antiguo de América Latina. Se encuentra en México y fue fundado en 1568 para plantar las uvas del Nuevo Mundo, pese a la prohibición de España para crear vino en México, se dejó este viñedo para poder hacer el vino de consagración, sólo se plantaba la uva misión. Se encuentra en el norte, en el Valle de Parras. En 1906 El Obispo de la Nueva Galicia, Alonso de la Mota y Escobar, visita el Valle de Parras y hace la siguiente anotación: “Está este pueblo de las Parras fundado en un valle de los más fértiles de tierras y (…) Es este valle muy acomodado para viñas, porque allende de las muchas cepas puestas a mano que en él se dan de uvas de Castilla, cargan de mucho fruto y racimo y vienen a madurar con tanta sazón y con tanto dulce y mosto que se hace vino tan bueno, que se echa muy bien de ver que si se hiciese con la curiosidad y cuidado debido, sería el vino tan bueno como el de España…”.
En 1893 la hacienda se llama Casa Madero, adquirida por Don Evaristo Madero, patriarca de la familia Madero y abuelo del presidente Francisco I. Madero.
Para el 2010 la empreza obtiene la Certificación ISO9001:2008 en la fabricación de vinos y bebidas destiladas, logrando ser la primera vitivinícola en México en adquirir certificación total en sus procesos en viñedo y bodega.

3. Lidio Carraro.
De familia italiana, los Carraro que llegaron a Brasil en 1875.
Vinícola comprometida a vinos de calidad; que buscan romper paradigmas. Es una vinícola que da vinos de personalidad única, producto del conocimiento y la sensibilidad para crearlos. Es una vinícola ecológica, que trata de elaborar vinos particulares, ricos en complejidad y estructura.

4. Concha y Toro.
Fundada en 1883, por Don Melchor Concha y Toro, que era un político y empresario chileno; actualmente cuenta con 9,000 Hectáreas en 51 viñedos dentro de Chile; además tiene 1,154 en Mendoza y del Maule y 464 en California. Es la viña más importante en cuanto a territorio en el mundo. Cuenta con visibilidad en más de 130 países de los cuales se encuentra Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, España y México. Buscan la innovación e incluso fueron la primera viña del mundo en transar sus acciones en la Bolsa de Nueva York. Dentro de las marcas que incluyen está Casillero del Diablo, Frontera, Don Melchor, Amelia, entre otros.

Por cierto… Casillero del Diablo.
Conocido como “La leyenda del vino”, es un viñedo y marca chilena propiedad de Concha y Toro; el nombre viene de la leyenda donde el fundador de Concha y Toro guardaba en su casillero los mejores vinos, hasta que un día empezaron a desaparecer. Para evitar que los siguieran tomando, difundió el rumos que en sus vinos “habitaba” el diablo y los vinos dejaron de desaparecer.

5. Bodegas Orfila
Desde 1905 es una de las bodegas más tradicionales de Argentina. Fue fundada por José Orfilia, español de Mallorca que compró en la provincia de Mendoza tierras que habían pertenecido al General José de San Martín. Actualmente, la clásica arquitectura de la bodega original se convirtió en un museo.
La bodega actual está ubicada en el departamento de San Martín. Tiene más de 100 años de historia y continúa con el legado de sus antepasados, que conserva una mirada innovadora al futuro.

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