¿Por qué necesitamos airear u oxigenar un vino?

Le damos aire al vino para poder darle una mayor vida y que pueda mostrarnos su verdadero ser: su cuerpo, su olor. Al ponerlo en contacto con el oxígeno, nos demuestra características que se encontraban “dormidas” en él.

Esto no es para todos los vinos, es preferible airear los vinos que se encuentran con un mayor tiempo de guarda.
Sin embargo, aún los vinos jóvenes, podemos “jugarlos” un poco en la copa para desprender los aromas secundarios y conocer más de ese vino.
Es por eso que muchas veces saboreamos mejor la última copa de la botella.

En algunos casos lo mejor es dejar que el vino “abra” por si solo, por lo cual vamos a abrir la botella y dejarla así. En caso de que sea un poco más apresurado, la recomendación es airear el vino (alguna vez nos dijeron que este proceso se les hace un poco agresivo y como no puedes regresar el vino a la botella, es para consumir al momento, no podrás guardarlo).

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