Vamos a tomar una pinta, tal vez vino o un Whiskey. El punto es que no vamos a congelar o meter al refrigerador los vasos ni las copas.
La razón es sencilla: no queremos impregnar aromas a nuestros vasos.
Esto nos va a dar problemas a la hora de tomarlos… ¿Les gustaría tomar una cerveza, una bebida o un vino con otro aroma?
Queramos o no, el refrigerador guarda aromas y estos pueden quedarse en las copas al momento de tomar algo.
No es lo mismo hacer un Mise en place (frase en francés que significa “poner en su lugar” y se pronuncia “Mizaplas”) en el cual colocamos hielo en los vasos antes de hacer coctelería que meter las copas al refrigerador o congeladora para tenerlos fríos.
Las copas de vino no deben estar calientes, pero tampoco es necesario enfriarlas: con que se encuentren lo cercano a una temperatura ambiente, servirá al momento de una copa de vino.
Esta es la principal razón para no meter una copa o vaso al refrigerador. Podemos enfriarlo con un poco de hielo (como 5 minutos es más que suficiente); en caso contrario, sólo dejarlas lejos de donde no tengan una fuente de calor directa o cercana.