Veamos el pro y el contra de esta situación; cambiar o no de vinos.
Probar diferentes.
Pro:
Siempre vas a conocer más.
Tu paladar tendrá mayor conocimiento, así como tu nariz.
Podrás hacer una cantidad mayor de maridajes.
Siempre tendrás opciones para pedir vino.
Contra:
Puede que no encuentres uno que prefieras.
No vas a estar especializado con algunos, por lo complicado que puede ser aprender de tantos.
Es seguro que necesites más ayuda a la hora de ir por un vino, pues estarás indeciso en qué comprar.
La posibilidad de que lo comprado, no te guste.
Probar los mismos.
Pro:
Ya conoces bien tu vino; derecho y al revés. Podrás saber maridajes infinitos para él.
No necesitarás ayuda a la hora de comprarlos.
Si te piden recomendaciones, ya sabrás que decir; la gama es más limitada, lo cual las opciones suelen ser más certeras.
Contra:
Te vas a limitar a unos.
Si dejan de producir el mismo vino, tendrás que encontrar otro que se adapte a lo que quieres y puede que sea un problema.
Si en algún lugar que vayas a cenar no lo encuentras, será complicado que pidas otro.
Y tú ¿prefieres de muchos o los de siempre?