Conociendo más del arte de degustar.

Siempre que probamos algo, que disfrutamos su sabor, que encontramos sus defectos: que comemos a conciencia de lo que tenemos, sabemos que estamos catando.
Es un arte: a veces involuntario. Nuestro paladar se acostumbra y nuestro cerebro lo piensa de manera involuntaria ¿Es eso trufa, huele a maderas, ese toque es chocolate?
Pero por alguna razón tenemos la idea de que sólo catamos vinos: y la verdad es que podemos catar todo.
Tenemos la opción de probar cada uno de los ingredientes que se nos dan: y es así como sabemos qué nos gusta y qué no, como vamos refinando nuestro paladar y podemos ir anexando más sabores.

¿Es esto importante? Sí. En sociedad (hablando de manera general), no tenemos la costumbre de comer bien, nos da lo mismo una comida a otra. Y por desgracia pensamos que tiene que ver con presupuestos.

Comer bien es algo indispensable, no depende de economía sino de gusto. En la actualidad, el mercado gourmet, gastronómico y vinícola es tan amplio, que es sencillo encontrar lo que queremos degustar y poder catarlo.
Como una vez escuchamos a un chef: si te importa lo que pones sobre tu cuerpo, más debe importar lo que entra en él.

Nota: en la actualidad hay catas de todo tipo: podemos probar diferentes tipos de aceites, jamones, quesos, entre otros productos.