¿Qué no tiene qué ver con el vino pero lo cambia?

Son factores que no dependen del vino, son factores subjetivos que cuando tomamos el vino, nos puede cambiar factores a tomar el vino.

El momento.

Si es de día, de noche, si hace frío o calor va a afectar nuestro olfato de alguna manera. ¿La razón? No olemos igual en invierno con frío que en verano o la primavera con polen en el ambiente. Todo esto influye de alguna manera.

Aromas del lugar.

Si estás en un restaurante o en tu casa; si hay desodorante de ambiente o es al aire libre. Son cuestiones que afectan al vino. No es lo mismo estar en un restaurante cerrado con un horno de piedra y aromas a pizza, que estar en un día de campo con aire fresco.


 

Estado de ánimo.

Imagina que andas de buenas y percibes de una manera diferente el vino a como estas de un mal humor; o enamorado; o con amigos en la fiesta. O ya llevas varias copas antes. Todas las acciones antes y durante van a influir en tu toma de vino.


 

Estado de salud.

Si tienes gastritis, si hay alguna alergia o gripa, tos; si andas mal de la presión influye en como tu cuerpo va a recolectar los aromas del ambiente.

También si tu gastritis es muy marcada, puedes tener un sabor a metal en la boca que cuando tomes vino, va a afectarlo.


 

La compañía.

No es lo mismo tomar un vino con tu gran amor que en una cita de negocios o una cata. Todo esto provoca cambios a la hora de tomar un vino. Desde los aromas (si usan perfume o no) hasta al momento de tomarlo.


 

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