Abrimos una botella para nosotros y no tomamos más de dos copas de vino, si acaso son tres… pero sabemos que ser sano y disfrutar de vino no es emborracharse ye sas tres copas botaneras son más que suficientes.
Segundo parámetro: es una fiesta, tenemos varios vinos y quedaron a la mitad algunos al finalizar la reunión; en tu casa sólo viven dos o tres personas y tienen mitades de 5 botellas (también como se les ocurre sacar varias botellas al mismo tiempo… bueno, seamos honestos, siempre pasa).
Lo primero es sellar lo mejor posible las botellas.
En caso de que puedas o tengas selladores, úsalos, convienen en este caso: puedes encontrar algunos que quitan parte del aire de la botella y así evitar que se oxide más.
Tu vino en refrigeración va a durarte; pero no eternamente.
En caso de que sea un vino tinto, no más de 3 o 4 días: trata de que cuando lo vuelvas a abrir, sea para terminarlo y no volver a cerrarlo.
Los blancos no van a dejar más de 1 o 2 días bajo la misma restricción de volver a abrirlo para terminarlo.
En caso de que les sea difícil usar las botellas que están en mitades, puedes dejar que termine de oxidar y se hará vinagre. La idea es que esto no pase, pero si no queda de otra, podrás hacer comida deliciosa guisada con ese ex vino.
Los espumantes puedes guardarlos uno o dos días, al igual que el blanco, bajo la condición de adiós burbujas. Por mucha cuchara que se ponga (¡Qué es un mito!).