Taninos en el vino.

Muchas personas no encuentran la diferencia en los vinos: la opción para notarlo con más facilidad son los taninos.
Estos sólo se encuentran en los vinos tintos o en aquellos que tienen un paso por barrica: es poco común encontrarlos en vinos blancos o en rosados por los procesos que conllevan.

Las personas que gustan de vino pueden hablar más rápido de la cantidad de taninos que tiene un vino o si son “verdes”.

¿Cómo lo hacen? Probando mucho vino.

Es por lo mismo que les recomendamos el siguiente ejercicio de vino.

Van a comprar tres añadas diferentes de un vino. Todas de Cabernet sauvignon 100% (en caso de no encontrar –lo cual dudamos-, un tannat o tempranillo –también conocido como tinto fino o tinta del país- pueden ser opciones para este ejercicio) de años diferentes.

Este vino debe ser de la misma casa (por ejemplo, si compraron un Casa Bianchi, los 3 deben ser de esa bodega) y con el mismo tiempo de bodega o de barrica: Dos o tres meses, un año, año y medio en barrica o sin barrica: debe ser igual.

Hasta aquí puede sonar algo complicado hasta que lo prueben, donde inicia la parte divertida.

Probar cada uno: ¿raspa? Son vinos con taninos verdes.
¿Se siente sólo una “capita” sobre los dientes? Es aterciopelado.
¿Es incómodo al beber? Le falta madurar.
Si le das más aire, ¿se pone mejor?

En estos tres vinos podrás entender mejor que son los taninos en un pequeño experimento.

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